28/11/2012 - En apenas dos días, el 23 y el 24 de noviembre, han fallecido el director y productor José Luis Borau y el actor Tony Leblanc

En apenas dos días, el cine español ha perdido a dos gigantes. El 23 de noviembre falleció en Madrid a los 83 años el director, productor, guionista y crítico de cine José Luis Borau (foto), mientras que al día siguiente murió el actor y director Tony Leblanc a la edad de 90 años.

La presencia de Borau en el cine español se extiende mucho más allá de sus películas, si bien en el extranjero es conocido sobre todo gracias a ellas y en concreto a Furtivos, que escribió, dirigió y produjo en 1975 y con la que ganó la Concha de Oro de San Sebastián. Además, entre 1994 y 1999 fue presidente de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España y en noviembre de 2008 se convirtió en el segundo académico de la Real Academia Española (RAE) procedente del mundo del cine, cargo que ocupado hasta su muerte.

Por su parte, el madrileño Tony Leblanc (cuyo nombre real era el mucho más prosaico Ignacio Fernández Sánchez) fue uno de los actores cómicos más populares del cine español hasta la década de los 70. En su haber destacan películas como El tigre de Chamberí (1957), Los tramposos (1959) o Historias de la televisión (1965). En 1975 decidió dejar el cine, hasta que en 1998 Santiago Segura lo ofreció un papel secundario aunque muy significativo en la primera parte de Torrente (gracias al cual ganó el Goya al mejor actor de reparto).

Aunque ninguno de los dos estaba muy presente en la escena cinematográfica actual (Borau dirigió su última película, Leo, en 2000), el cine español es desde sus muertes mucho más pobre.