email print share on Facebook share on Twitter share on LinkedIn share on reddit pin on Pinterest

EDITORIAL Alexandra Lebret / Directora general de EPC

'El cierre de Alta es una alerta roja'

- La directora general del Club de Productores Europeos (EPC) hace sonar la alarma tras el anuncio del cierre de la distribuidora española Alta Films.

Nosotros, como productores europeos, unidos bajo el Club de Productores Europeos, queremos hacer público nuestro pesar sobre una de las compañías claves de Europa.

La caída de Alta films, la abanderada de la distribución de cine europeo en España (leer más), es un signo muy preocupante de que nuestras industrias culturales corren un grave peligro. No podemos mirar hacia otro lado, ya que se trata de un hecho sintomático de la grave crisis que amenaza nuestras industrias culturales. 

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

Esencialmente, tres han sido los factores que han acabado con Alta:

1. La absoluta falta de un control efectivo de la piratería. Una decisión política, que no sólo aleja a los espectadores de los cines sino que devalúa el producto cinematográfico y envía al público el mensaje de que el cine no tiene valor.

2. El aumento del IVA de las entradas de cine en España hasta el 21 %, el más alto de Europa. Es, además, una decisión política miope, ya que los impuestos recaudados no compensarán en ningún modo el desmantelamiento de los distribuidores europeos y de la industria cinematográfica.

3. La televisión pública española, TVE, que no tiene publicidad y está considerada un servicio público, sigue destinando anualmente 80 millones de euros a la compra de cine estadounidense, mientras que su inversión en producción europea es menos de la mitad. Además, el primero, adquirido en gran parte en paquetes, es emitido en horarios de máxima audiencia, mientras que el europeo se ve relegado a espacios marginales. De nuevo, se trata de una decisión política, ya que TVE pertenece al Gobierno y no se puede justificar esta programación, ya que no tiene publicidad y por tanto no necesita obtener una cuota de mercado, sino que al contrario está financiada íntegramente por el Gobierno, es decir, por los impuestos de los ciudadanos. 

Además, la desigual competencia de las majors estadounidenses y sus enormes inversiones de publicidad, que hacen que las películas europeas no puedan competir en igualdad de condiciones. Las grandes campañas de márketing de las majors hacen que sea imposible competir, ya que éstas tienen la posibilidad de cobrar los derechos de antena a través de una fórmula basada en la taquilla y por tanto pueden invertir mucho más. Las películas europeas no disponen de este tipo de fórmulas para negociar sus derechos de antena. 

Creo que la caída de Alta Films es una 'bandera roja' que debería hacernos pensar en las graves tendencias que podrían acabar con nuestra industria cultural. 

Una falta de políticas en estos tres frentes supondría un gran riesgo para nosotros y la cultura europea, y tenemos que protestar. 

El cierra de Alta es una alerta roja que simplemente no podemos permitirnos ignorar.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

(Traducción del inglés)

¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.

Privacy Policy