10/06/2013 - La 49ª edición del certamen italiano estará dedicada asimismo al cine chileno. Cuatro mujeres entre los directores de la competición oficial

La 49ª edición del Festival Internacional de Cine de Pesaro, que se celebrará del 24 al 30 de junio, estará dedicado al novísimo cine chileno y al vibrante panorama experimental italiano. El concurso propondrá una perspectiva sobre los mejores primeros o segundo largometrajes, generalmente de directores jóvenes.

Una de las sorpresas del concurso del certamen dirigido por Giovanni Spagnoletti es la presencia de directoras, nada menos que cuatro, que subraya una tendencia de los últimos años. De hecho, la inauguración estará a cargo de la directora y guionista eslovaca Mira Fornaycon My Dog Killer [+lee también:
crítica
tráiler
ficha de la película], premiada en Rotterdam. De Rumanía llega la directora de documentales Alexandra Gulea, que presenta su primer largo de ficción, Matei Child Minder, ambientada en una zona minera. También se encuentran en esta sección Halley, del mexicano Sebastián Hoffman, y Kayan, debut de la iraní Maryam Najafi.

Italia está representada por dos películas: el segundo largometraje de Stefano Tummolini,L’estate sta finendo (lit.: El verano está terminando), y el debut de Fabiana Sargentini, Non lo so ancora [+lee también:
making of
ficha de la película] (lit.: Todavía no lo sé), protagonizado por Donatella Finocchiaro y Giulio Brogi. Completa la competición una película procedente del país invitado de este año, Chile, con La chupilca del diablo, de Ignacio Rodríguez.

El evento especial, realizado por Adriano Aprà, girará en torno a la producción italiana en este nuevo milenio y estará compuesto por películas de ficción, documentales, animación, cine experimental, cortos, medios y largometrajes, en película o en digital, cuya ambición sea distanciarse de las reglas de los géneros. Algunos ejemplos son: la incursión en los manicomios a través del retrato fotográfico de Giovanni Baresi en Identità (non più) nascoste (lit.: Identidades (ya no) ocultas); el inquietante mash-up de Danilo Torre en Magic Fantasy Light, o el viaje a una zona abandonada, emblema de un sur que nunca ha sido rescatado, de Antonello Matarazzoen Miserere, el estudio del espacio natural entre el documental científico y la abstracción lírica de Mirco Santi en Lido, el proyecto “académico” y cross-media de Andrea Caccia en Vedozero [+lee también:
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ficha de la película].

Dos obras se presentan como diarios íntimos y personales de sus autoras: J’attends une femme, de Chiara Malta, una especie de video-carta a su hija, realizada con imágenes de archivo, y Home, de Virginia Eleuteri Serpieri, que crea con el cine un espacio donde vivir los recuerdos.

No falta el cine de animación, desde la más tradicional a la digital, representada entre otras por La Piccola Russia (lit.: La pequeña Rusia), de Gianluigi Toccafondo; La memoria dei cani(lit.: La memoria de los perros), de Simone Massi; Percorso #0008-0209(lit.: Recorrido #0008-0209), de Igor Imhoff, y Corpus No.Body, del colectivo Basmati.

(Traducción del italiano)