01/07/2013 - La directora griega Penny Panayotopoulou regresa tras diez años de ausencia con una variación del tema de la soledad y la fragilidad en las relaciones humanas

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ficha de la película] es toda una aventura europea: esta coproducción entre Grecia y Alemania consiguió una ayuda del Balkan Script Development Fund en 2010 antes de participar, al año siguiente, en el foro de coproducción Crossroads organizado en el marco del festival de Tesalónica. En 2012, la directora Penny Panayotopoulou estuvo presente en los Work in Progress del festival de Les Arcs, donde el proyecto llamó la atención de Karel Och, que ha terminado programándolo en la competición del 48° festival internacional de cine de Karlory Vary.

“Hablas de él como si fuera una persona”.

A sus treinta y tantos años, Anna (Kora Karvouni) vive en un pequeño piso una relación de uña y carne con su perro, Manu, a quien incluso va a leer cuentos para niños por la noche. Tras su muerte, Anna se junta con Sofia (Maria Skoula) y su familia en un intento de evitar la soledad, pero su afán por comunicar su dolor se vuelve una obsesión. Anna exigirá la aceptación y el amor que no recibe de su propia familia, ausente. Al contrario que Manu, los vecinos no necesitan su agobiante afecto de parásito...

September es una variación del tema del aislamiento visto como una enfermedad. “No soportas la soledad”, dice la madre de la familia a su marido (Nikos Diamantis), médico precisamente. Esta aflicción se presenta en varios niveles de la película. En primer lugar, en el estrecho vínculo entre una adulta y su animal de compañía, como si de una pareja aislada del mundo se tratase. A continuación, cuando Anna se encuentra literalmente sola y no consigue conectar con sus vecinos, quienes, a su vez, viven en una autarquía afectiva. Durante el tercer acto, Anna conoce a un viajero solitario (Christos Stergioglou, a quien ya vimos en The Eternal Return of Antonis Paraskevas [+lee también:
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entrevista: Elina Psykou
ficha de la película]), quien busca desesperadamente entablar conversación con ella y a quien, paradójicamente, atajará de inmediato antes de que la “encuentre” un animal abandonado, que representa la esperanza de una nueva unión.

Firma el guion la propia directora, que vuelve a la palestra diez años de su anterior película, Hard Goodbyes: My Father. La fotografía de September está cuidada hasta el último detalle y ofrece primeros planos que indagan en la intimidad de unos actores con los que el espectador podrá identificarse sin problemas, sobre todo si tiene un animal de compañía.

(Traducción del francés)