23/10/2013 - La película de Maciej Pieprzyca desata el entusiasmo en su presentación en el festival Tofifest de Toruń y en los cines de Polonia tras triunfar en los festivales de Gdynia y Montreal

Es muy extraño que una película polaca suscite una reacción entusiasta y unánime entre su público local. No debemos dejar pasar la ocasión, por tanto, de destacar el entusiasmo desatado por Life Feels Good [+lee también:
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ficha de la película]. Tras haber conseguido el León de Plata y el premio del público en el festival de cine polaco de Gdynia y el Gran Premio y el premio del público en el festival de Montreal, la cinta de Maciej Pieprzyca (que ya dio que hablar en 2008 con Splinters) ha sido presentada en la sección From Poland del festival Tofifest de Toruń, al tiempo que se sabía que su trayectoria en los cines polacos (a los que ha llegado con 125 copias distribuidas por Kino Swiat) se ha saldado con la prometedora cifra de 36.000 entradas vendidas en su primera semana en cartelera.

La idea de la película la tuvo Pieprzyca viendo el documental Like a Butterfly, de Ewa Pięta (directora fallecida prematuramente en 2006). La obra que tratamos se inspira en la historia real de un joven minusválido llamado Mateusz al que los médicos diagnostican un retraso mental de nacimiento que lo convierte en poco más que una “planta”, incapaz de tener contacto con el mundo exterior. Los padres del chico, sin embargo, no aceptan el diagnóstico y lo rodean de cuidados y amor hasta que un drama familiar lo conduce a un centro especializado en enfermos mentales. Contra todo pronóstico, su situación mejorará cuando un especialista del centro se percate de que el contacto con el joven es posible y que su cerebro funciona con normalidad.

El mayor punto fuerte de la cinta es, sin duda, la virtuosa interpretación del actor Dawid Ogrodnik, que encarna a Mateusz y compone su personaje con tanta naturalidad y tanto poder de sugestión que uno puede pensar que realmente padece el mismo problema médico, con su cuerpo deforme y mudo. El protagonista lleva la narración mediante una voz en off que recuerda el gran papel de Mathieu Amalric en La escafandra y la mariposa [+lee también:
crítica
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ficha de la película], de Julian Schnabel. No obstante, aunque la interpretación de Dawid Ogrodnik es fabulosa, no hay que olvidar la calidad del trabajo de Kamil Tkacz, que interpreta a Mateusz de niño.

Life Feels Good reboza emoción por todos lados y son varias las secuencias que provocarán el llanto entre el público. Con todo, Maciej Pieprzyca consigue evitar con habilidad hacer hincapié en el drama y la película no transmite compasión solamente, sino que constituye, sobre todo, una muestra del potencial y de la fuerza de la voluntad humana.

(Traducción del francés)