28/10/2013 - El director general del grupo UGC compartió su punto de vista sobre el estado de forma de la industria cinematográfica francesa en los Encuentros Cinematográficos de Dijon

En los 23º Rencontres Cinématographiques organizados por la ARP (sociedad civil que agrupa a guionistas, directores y productores) en Dijon los días 24, 25 y 26 de octubre, el debate sobre la transparencia y la rentabilidad del cine brindó a Alain Sussfeld, director general del grupo UGC, la oportunidad de dar su opinión sobre el estado de forma de la industria cinematográfica francesa y ofrecer un análisis claro en el que no por centrarse en la estrategia de su empresa deja de lado el interés general.

La afluencia de público a los cines en 2013

Alain Sussfeld: "Este año ha habido una verdadera caída, fruto de la demanda. Este verano, hasta las grandes producciones americanas dejaron de funcionar como estaba previsto. El problema radica en las ganas, en la capacidad de crear y ser imaginativos. Además, hay otro asunto: devolver al público más joven a los cines (...) Pero 2013, considerado un mal año, terminará por lo menos en unas 195 millones de entradas vendidas. Dejemos de llorar: el mercado se mantiene con una oferta media y el récord de 2011 fue un milagro".

Los gastos de producción

"Películas que venden tres millones de entradas pueden ser fracasos notables y otras vistas por 300.000 pueden constituir grandes éxitos desde un punto de vista económico (...) No hay que confundir la búsqueda del equilibrio financiero con la banalización de la producción (...) Es imperativo reflexionar sobre el coste y conservar nuestra diversidad y su parte nuclear: las películas con un presupuesto de entre 4 y 10 millones de euros que consiguen vender entre 800.000 y un millón de entradas. Necesitamos taquillazos y pequeñas películas, pero, sobre todo, que ese corazón del oficio sea rentable, dinámico y creativo y provoque un aumento de las ganas de ver cine francés".

La financiación

"Estos últimos años, varias empresas se han declarado en quiebra en un sector, el de la distribución, en déficit estructural. Para compensar sus pérdidas con el cine francés, los distribuidores del país compraron cine extranjero y corriendo con los riesgos. El oficio de distribuidor es muy peligroso porque los gastos de edición son considerables. En general, funciona como el sector inmobiliario. El productor pone una cifra a su proyecto y lo lleva al mercado: lo vende con antelación; se valoran los riesgos (lo cual no es chocante); estos van a parar a los operadores de arriba. Las televisiones coproductoras no equilibran su contribución (...) Es absolutamente necesario que Canal+ vaya bien y estamos muy preocupados por saber cuál será su evolución tras la subida de su IVA, la competencia desleal de BeIN Sport y el paso de CanalSat a la línea ADSL (...) La contribución de Canal+ bajará de forma mecánica. Los ingresos publicitarios de las televisiones gratuitas también descenderán, así como sus obligaciones (n.d.r.: de cara a la inversión en el cine) (...) Los distribuidores, y un poco las televisiones, son los principales responsables de la inflación. La mecánica es simple: pensamos que los árboles suben hasta el cielo; luego el mercado se tuerce y sufrimos catástrofes durante los últimos 18 meses".

La exposición de las películas

"La exposición de las películas es un asunto capital. Los exhibidores deben asumir compromisos mínimos de exposición a partir de una semana; por ejemplo, para las grandes ciudades, 15 días con pleno de proyecciones. También está el problema de la sobreexposición de los grandes éxitos de taquilla. Las exhibidoras tienen que limitarse a generar atracción: no hay nada mejor que no poder acoger a un cliente porque las salas están llenas. No hay derecho a servirse del equipo digital para multiplicar los puntos de exposición durante el fin de semana. Asimismo, animo a los cines a que exhiban más cine europeo. La contrapartida de la exposición es el tráfico. El zapping es quien manda hoy en día pero también podría ser la identificación de líneas editoriales. Es preciso mejorar la regulación sobre la exposición. En cuanto al número de películas producidas, ¿todas tienen vocación de ser distribuidas en los cines en condiciones mediocres? (...) Tampoco hay que caer en el malthusianismo (...) Pero si nuestra labor es integrar fracasos y obras experimentales, estas últimas no pueden disfrutar de una larga exposición".

Los experimentos de estrenos "day-and-date"

"En Francia disponemos de una red de cines excepcional. Haremos uso de nuestra posición para bloquear estos experimentos. ¿Los ejemplos de experimentos en los Estados Unidos? Recordemos que el cine americano es el más proteccionista que existe. Estoy contra toda experimentación con películas con un potencial significativo, ya sea con un estreno "day-and-date" u otros mecanismos". 

(Traducción del francés)