07/01/2014 - Jalil Lespert firma un biopic clásico y sin asperezas que se sostiene a hombros de la talentosa pareja protagonista que forman Pierre Niney y Guillaume Gallienne

Un joven visto de espaldas, sentado a una mesa, dibuja frente a una ventana abierta. Estamos en 1957. Apenas cumplidos los 21, Yves Saint Laurent acaba de ser contratado por Christian Dior, comenzando así de improviso una carrera que lo consagrará como una figura mítica de la alta costura mundial, lo que no impedirá que su hipersensibilidad ("me angustia terriblemente") le provoque arrebatos de depresión que lo acompañarán durante toda su vida.

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entrevista: Jalil Lespert
ficha de la película], biopic del famoso modisto a partir de la adaptación de una obra de Laurence Benaïm, el director Jalil Lespert (coautor del guion junto con Marie-Pierre Huster y Jacques Fieschi) asumió el riesgo de caer en la hagiografía, más aún teniendo en cuenta que recibió el respaldo oficial de Pierre Bergé, compañero y figura insoslayable de la vida y el trabajo de Yves Saint Laurent. Al elegir como hilo conductor de la trama, que abarca nada menos que dos décadas, la relación amorosa que unión a estos dos hombres, el cineasta esquiva esta tentación más o menos hábilmente con la presentación de sus aventuras profesionales (en busca de la independencia mediante la creación de su propia marca, de colecciones mayores y de su relación con los bastidores de la moda y su cortejo de aficionados, etc.) y los episodios de su vida en pareja. Sin embargo, la cinta no consigue superar del todo el obstáculo de un cierto conformismo en el elogio, erigiéndose en un relato novelesco agradable sin grandes asperezas en el que la creatividad y las heridas abiertas del artista (al que no tardaron en diagnosticar como maníaco-depresivo, poco antes de comenzar su adicción a las drogas) se abordan solo superficialmente, sin una verdadera profundidad psicológica, a pesar de la enorme calidad de la interpretación del protagonista.

En efecto, además de la perfecta recreación de los años 60 y 70 y de las colecciones que Yves Saint Laurent presentó entonces, la película constituye un trampolín para que sus dos actores protagonistas hagan gala de su talento. A sus 24 años, Pierre Niney (nominado en 2012 y en 2013 al César al mejor actor revelación por J'aime regarder les filles [+lee también:
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ficha de la película] y Comme des frères [+lee también:
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ficha de la película], y protagonista del gran éxito de taquilla 20 ans d'écart) se viste, como si fuera su segunda piel, con la personalidad lunar de Yves Saint Laurent y ofrece una exhibición de mimetismo, si bien probablemente su juventud le impide en cierta medida ahondar más en el agobio interior que el artista sufrió en su madurez. A su lado, Guillaume Gallienne, tras haber exhibido sus dotes de actor y director en Los chicos y Guillaume, ¡a la mesa! [+lee también:
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ficha de la película], se supera a sí mismo y causa estupor con su interpretación del personaje, más monolítico, de Pierre Bergé. Frente a estos dos jóvenes prodigios de la Comédie Française, el resto del reparto (a excepción de Charlotte Le Bon) queda en un plano marginal, pues bien es cierto que el guion da poco espacio a los secundarios, lo cual, a su vez, acentúa la impresión global de que estamos ante una sucesión de secuencias más o menos logradas, una aleación cinematográfica que, paradójicamente, tiene más de prêt-à-porter (una producción bien calibrada) que de alta costura (una obra maestra del séptimo arte), sin olvidar el indisociable aderezo de un destino de lo más novelesco.

SND llevará a los cines de Francia el 8 de enero Yves Saint Laurent antes de que la cinta dé el pistoletazo de salida a la sección Panorama de la 64ª Berlinale, que se celebrará entre los días 6 y 16 de febrero de 2014.

(Traducción del francés)