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CANNES 2014 Competición

Goodbye to Language: De la naturaleza y las metáforas

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- CANNES 2014: Un gran arquitecto de la deconstrucción, Jean-Luc Godard vuelve con una película tremendamente impresionista y metafísica en 3D

Goodbye to Language: De la naturaleza y las metáforas

Unos lo adoran, a otros les horroriza, a otros les divierte y a casi todos desconcierta, Jean-Luc Godard ha vuelto de manera relativamente espectacular a la competición oficial en el 67o Festival de Cannes con Goodbye to Language [+lee también:
tráiler
ficha de la película
]
, una nueva experiencia poética de cinematografía e indagación en el pensamiento. Una explosión de significativas imágenes en 3D entrelazadas de cualquier manera posible y acompañada por una inundación de crípticas reflexiones filosóficas y metafísicas introducen al espectador a toda velocidad en un estado de receptividad en donde la barrera de control de la mente se elimina (excepto las que la rechazan de forma radical) para embarcarse en un viaje sensorial y subliminal.

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Desde Archipiélago Gulag de Alexandre Solzhenitsyn a Null-A Three de Van Vogt hasta el triunfo del totalitarismo (representado especialmente, según Godard, a través de la energía nuclear, la modificación genética y la publicidad), el director explora una miríada de caminos como un niño tirando los dados de las ideas en su mente, o un soñador dándole la espalda a los "hombres cegados por la consciencia", que los impide ver el mundo. Como un viejo apache que cuenta alrededor de una hoguera una sugerente historia que resume otras cuestiones sobre lo que el hombre es, la “gran cuestión” (el próximo mundo) y la "pequeña cuestión" (el sufrimiento), la película abraza un itinerario cósmico y conceptual concebido como una corriente de agua y dirigida a aquellos que "contemplan las revolucionarias imágenes de los símbolos". Todo el contenido, fundido en una alucinante secuencia de imágenes naturales o metafóricas en las que el director provee (entre otros múltiples experimentos visuales) otra demostración de sus capacidades para trabajar con las composiciones y la profundidad de campo. Un arte que está encima del arte, que en esta ocasión captura el 3D como nadie había hecho antes de él, con algunas nuevas ideas bienvenidas y apreciadas incluso por los críticos más displicentes hacia Godard, que llama la atención en su película sobre que "mostrar un bosque es fácil, pero mostrar una habitación que está a diez metros de él no lo es tanto".

Goodbye to Language no puede, claro está, describirse, demoliendo las nociones de narración y personajes para conseguir una pertinente inmersión en un metalenguaje dirigido al subconsciente. Un viaje que también ofrece el mismo lujo en cuanto a los sonidos, y que demuestra adaptarse muy bien a su duración (1 hora y 10 minutos), en cuyo inicio el director no omite destacar que “todo lo que falta en nuestra imaginación existe en la realidad". 

Ausente en la Croisette en la presentación global de su película, Jean-Luc Godard (de 83 años) envió una carta filmada al presidente Gilles Jacob y al director Thierry Frémaux. "El riesgo de la soledad es perderse uno mismo" enfatizó. "Es, podría decirse, el riesgo profesional tomado por el filósofo ya que busca la verdad y se preocupa sobre cuestiones presuntamente metafísicas, las que son de hecho las únicas que nos preocupan a todos y cada uno de nosotros."

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(Traducción del francés)

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