24/06/2014 - El Gobierno sitúa la deducción a los rodajes de cine celebrados en España en un 20%, dos tristes puntos por encima del aún más triste 18% que se aplica actualmente

A pesar de las grandes expectativas creadas, el esperadísimo anteproyecto de la Ley de la reforma fiscal, que incluía nuevas cláusulas sobre la deducción a los rodajes de cine celebrados en España, ha situado dicho porcentaje en el 20%, dos tristes puntos por encima del aún más triste 18% que se aplica en España. Esta cifra, muy por debajo de la media europea y de los países vecinos, se ha convertido en un evidente handicap para el sector de la producción, que desde hace años solicita al Gobierno un ajuste.

Desde que se supo que hoy lunes 23 de junio el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, iba a detallar el anteproyecto de la Ley de Impuesto sobre Sociedades, cuyo artículo 36 se refiere precisamente a la industria cinematográfica, se desataron las suposiciones. Ayer por la noche, la gran mayoría del sector daba por hecho que el porcentaje de desgravación fiscal rondaría un satisfactorio 30% como consecuencia de las muchas reuniones entre representantes del sector y del Gobierno.

Además, el importe máximo que puede deducirse una película es tres millones de euros, por lo que las producciones internacionales con presupuestos por encima de los quince millones no tendrán grandes alicientes para desplazar sus rodajes a España, que por sus instalaciones, clima y profesionales podría aspirar a mucho más.

Las reacciones no se han hecho esperar y Ramón Colom, presidente de los productores de FAPAE, ha afirmado: “Esperábamos más y, tal y como ha quedado en el borrador que nos ha llegado, nos parece insuficiente. [...] Es un problema de competencia. Con estas cifras no podemos competir con otros países (Alemania, Italia o Francia tienen hasta un 40%) y el resultado es dañino para la industria española”.