17/11/2014 - Con 177 películas realizadas durante los tres primeros trimestres de 2014, la producción cae un 8,3% y la financiación, un 22,7%

La radiografía del CNC sobre el estado de salud de la producción de largometrajes en Francia durante los tres primeros trimestres de 2014 no deja lugar a dudas: la tendencia a la baja es indiscutible y las producciones con mayoría de capital francés (FIF, por sus siglas en el idioma) son las más afectadas, cosa que no sucedía en 2013, cuando la desaceleración repercutió más en las coproducciones que Francia emprendía con países extranjeros como socio financiero secundario.

En lo que concierne a los primeros nueve meses de 2013, el número de películas francesas disminuyó un 8,3 % hasta los 177 largometrajes, de los que 131 son FIF, un 12,6% menos que en el mismo periodo de 2013, y 46, coproducciones minoritarias, cuatro más.

Aunque el nivel global de la producción francesa sigue siendo muy alto, suena la alarma de la inversión, que ha caído nada menos que un 22,7% para situarse en 678,48 millones de euros durante los tres primeros trimestres de 2014. Este inapelable descenso enseña dos cosas. Por un lado, la contracción de la financiación crece en duración e intensidad después de que ésta cediera un 7,2% y un 3,4% en los años 2013 y 2012, respectivamente. Por otro, esta caída repercute ahora en las producciones mayoritariamente francesas (un 23,6% menos de inversión entre enero y septiembre de 2014: 536.110.000 euros en total), mientras que a lo largo de 2013, este descenso afectó principalmente a las producciones minoritarias con el extranjero: un 4,3% menos para las FIF y un 15,2% menos para las minoritarias). 

El presupuesto medio de las FIF bajó un 12,6% en relación al mismo periodo de 2013, quedándose en 4,09 millones de euros, la cifra más baja de los últimos 15 años si tomamos como referencia los datos anuales.

Las FIF más afectadas por la reducción de la inversión son las de gran presupuesto (por encima de 15 millones): producciones de este tipo hubo diez en los tres primeros trimestres de 2012, siete en el mismo periodo de 2013 y sólo dos entre enero y septiembre de 2014. Asimismo cabe destacar la desertificación del segmento que va de los 4 a los 5 millones de euros de presupuesto (una sola película con este presupuesto se ha producido en 2014, mientras que en 2013 se hicieron diez), mientras que los apartados inmediatamente posteriores (entre 5 y 7 millones de euros de presupuesto) e inferiores (de 2 a 4 millones) aumentan ligeramente.

Aunque debemos esperar el balance completo de todo el año 2014 para sacar las conclusiones definitivas, ya podemos adelantar que el alborotado debate sobre la rentabilidad del cine que comenzó a finales de 2012 y principios de 2013 ha provocado una forma de saneamiento de la deriva que habían tomado algunas superproducciones: un movimiento sin duda encauzado por una mayor prudencia de los inversores como consecuencia de los fracasos registrados el año pasado por varias grandes producciones comerciales con un formato demasiado estricto. La poca actividad económica en Francia desempeña ciertamente un papel importante en el asunto, al igual que el nuevo convenio colectivo del cine, que ha encarecido los gastos potenciales de producción y pesa especialmente en los proyectos cinematográficos ambiciosos con un presupuesto más o menos estándar.

(Traducción del francés)