45 años: la canción de los antiguos amantes
por Bénédicte Prot
- BERLÍN 2015: Andrew Haigh retrata a un matrimonio que redescubre sentimientos olvidados a punto de celebrar el 45º aniversario de su boda, con una sublime interpretación de Charlotte Rampling
El director británico Andrew Haigh, en su tercer largometraje, 45 años [+lee también:
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Q&A: Andrew Haigh
ficha de la película], en competición en la 65a Berlinale, ha elegido fijarse en una generación diferente a la que protagonizó sus anteriores Greek Pete (2009) y Weekend [+lee también:
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ficha de la película] (2011). En esta cinta, adaptada de una novela de David Constantine, la pareja, casi lo único que vemos, de Kate (Charlotte Rampling) y Geoff (Tom Courtenay, hecho Sir en 2001 por su trabajo en el cine, en especial por Doctor Zhivago, y en el teatro), está casada y sin hijos. Tienen una vida simple en la campiña inglesa y empiezan a prepararse para la celebración del siguiente fin de semana, su 45o aniversario de bodas. En menos de una semana antes del gran día, Kate está totalmente inmersa en las preparaciones cuando una noticia inesperada empieza a cuestionar precisamente esos últimos 45 años: Geoff ha descubierto que el cuerpo de “su” Katia, la novia que tuvo hace 50 años, antes de que desapareciera en las montañas, ha sido encontrado en el hielo, intacto.
De repente, la idea de esta mujer, eternamente preservada en juventud, en este “tiempo atrás”, congelada y sin cambiar un ápice, vuelca completamente el comportamiento de la pareja, especialmente los de la calma Mrs. Dalloway, a quien da vida Rampling. Poco a poco, esta actitud reemplaza a todas las otras, como si 45 años de casados se quedaran sin fuerza en comparación con los 5 años que los precedieron. Kate compara su tranquilo y envejecido matrimonio, su vida sexual en plena desaparición, el aburrimiento de su rutina (lo vemos en las escenas de interior, en las que el director deja todas las luces apagadas para buscar una iluminación más natural, y también más fría) con la joven y fuerte Katia, la excursionista. Acentuado por el aura de novedad que la “otra mujer” presenta para Kate, uno de sus pensamientos actuales es que es ella, Kate, “la otra”.
Geoff admite que si Katia no hubiese desaparecido, seguramente se habría casado con ella, algo que claramente entendemos que es molesto para el personaje de Rampling, justo cuando ella y su marido se disponen a celebrar el día en el que tomaron la decisión de pasar el resto de su vida juntos. En la cara, silenciosa pero bella e infinitamente femenina, de la esposa, ya mayor, vemos la mayor preocupación que alguien que ama puede tener: no ser el elegido. Cuando, al final de la película, escuchamos la canción de The Platters, que Kate tararea serenamente al principio, como si no estuviese presente, vemos, a través del movimiento de sus ojos y del suave murmurar en sus labios, frente a su marido, que parece estar igual de enamorado que el primer día, la alegría de una mujer joven, algo que nadie como Charlotte Rampling podría expresar correctamente. La mujer, fuerte y aún así vulnerable, y los trazos tanto de una mujer mayor como de una ignorante y joven recién casada, se encuentran para crear un papel hecho a medida para esta impresionante actriz británica.
45 años está producida por la británica The Bureau y vendida al extranjero por The Match Factory.
(Traducción del francés)
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