Koza: un retrato fascinante entre el documental y la ficción
por Martin Kudláč
- BERLIN 2015: El documentalista eslovaco Ivan Ostrochovský difumina los límites entre el cine documental y la ficción en el que aparece catalogado como su primer largometraje de ficción, presentado en la sección Forum
El productor y documentalista Ivan Ostrochovský regresa a la Berlinale para presentar el estreno mundial de su primer largometraje de ficción: Koza [+lee también:
tráiler
entrevista: Ivan Ostrochovský
ficha de la película]. La cinta se basa en la historia del boxeador de peso ligero Peter Baláž, de etnia roma y apodado Koza (“cabra”), que, después de competir en los Juegos Olímpicos de Atlanta en 1996, cayó en el olvido. Koza iba a ser en un primer momento un documental pero acabó desembocando en el ámbito de la ficción, si bien la diferencia es difícil de discernir puesto que los elementos formales de ambos espectros aparecen interconectados armónicamente. El viaje del director en el territorio del cine de ficción no es tan insólito para él como cabría suponer: el exitoso documental Velvet Terrorists [+lee también:
crítica
tráiler
ficha de la película], obra que dirigió junto con Peter Kerekes y Pavol Pekarčík, traza tres retratos de heroísmo fallido y se estrenó en la sección Forum de la pasada Berlinale, ya contenía elementos en este sentido. Así Ostrochovský une su nombre al de Jaro Vojtek (Children) y Juraj Lehotský (Miracle [+lee también:
crítica
tráiler
ficha de la película]), directores que capitalizaron su experiencia en los documentales para pasarse al formato de la ficción con el aplauso de la crítica.
La historia está protagonizada por el propio boxeador, que se interpreta a sí mismo en la actualidad, viviendo en una casa en ruinas con su compañera, Miša, al margen de la sociedad y llegando a duras penas a fin de mes. Peter cría a su bebé y mientras el polvo sigue acumulándose en los trofeos de boxeo del pasado, se gusta recordando aquellos preciosos momentos revisando sus combates en Atlanta, grabados de un canal de deportes. Un descubrimiento repentino dinamitará la rutina de la pareja: Miša espera un nuevo bebé, que tendrán, indefectiblemente, en condiciones muy desfavorables. Su compañero asumirá la difícil decisión de volver al ring para tratar de llevarse tantos puñetazos en la cara como dinero al bolsillo para costearse un aborto, a pesar de que tratará de persuadir a Miša de lo contrario.
La premisa de la cinta (última producción eslovaca del circuito festivalero que gira en torno a personas en decadencia dentro de sus respectivas esferas personales o sociales) la sitúa en la línea de los dramas de realismo social, pero, al cabo de varias escenas, el director emprende un camino sin hollar, tanto en lo que tiene que ver con el tema como con el estilo. El drama personal se convierte en un trasfondo para abordar aspectos sociales más amplios, apoyándose en el hecho de que la película, en un principio, iba a ser un documental. Al contrario que el aclamado drama checo The Way Out [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Petr Václav
ficha de la película], Koza no presenta un ostracismo fruto del alejamiento del resto de la sociedad, sino que se centra exclusivamente en las tribulaciones existenciales de su protagonista, que sacrifica su cuerpo al sumergirse en una espiral de autodestrucción con el objetivo de llevar una vida decente. El protagonista apuesta una vez tras otra su integridad física en una lucha por la vida que es tan literal como figurada.
Ostrochovský alinea tema y estilo y eleva así a Koza hasta un esfuerzo formalmente intrigante, rompiendo con el montaje y los cortes rápidos que normalmente se asocian a los dramas deportivos. La verdadera pelea de Peter se presenta, al contrario, mediante una minimalista serie de planos cuidadosamente elegidos y yuxtapuestos con un ritmo completamente desdramatizado mediante una cámara que contempla la acción con el mayor de los realismos. La rigurosa composición de planos fijos recuerda a la estética docu-dramática del director iconoclasta Ulrich Seidl, aunque el uso de luz natural rellena el encuadre de tonalidades sombrías y, en general, otorga un matiz de melancolía a la imagen. Sólo un par de planos capturan la acción que transcurre en el ring: la prioridad es la repercusión de esta lucha y la preparación para la siguiente pelea en el desvencijado y frío coche del manager de Peter.
Ostrochovský hace buen uso de las herramientas típicas del documental como el sonido intradiegético, los actores no profesionales y el distanciamiento del objeto analizado para ensamblar la vida real y los elementos de ficción de la historia. Su desprejuiciada aproximación y su falta de interés por las excentricidades características del boxeo contribuyen a trazar con firmeza este retrato existencial de un mártir a punto de convertirse en un arquetipo. Estamos, por tanto, ante un debut desafiante y atrevido que permanecerá en la conciencia del espectador durante mucho tiempo después de la proyección, gracias también a la ausencia virtual de pathos y a la poderosa manera anticlímax en que este drama personal se desenvuelve en la pantalla.
Koza es una producción de sentimentalfilm en coproducción con la televisión checa, radiotelevisión eslovaca y Punkchart Films. Pluto Film gestiona sus ventas internacionales.
(Traducción del inglés)
¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.