19/05/2003 - En la tercera película de este director, el adivino ciego se convierte en un transexual brasileño de la periferia de París. Escándalo en la crítica

Polémica a la vista para Tiresia, tercer largometraje del francés Bertrand Bonello, que ha dividido en dos a la crítica al salir de la proyección para la prensa. El director propone una vez más su personal estilo, que ya escandalizó a la Croisette en 2001 con Pornographe, ganadora en Cannes del premio de la Semana de la Crítica. En Tiresia, Bonello actualiza un mito griego: en la periferia degradada de París un esteta extravagante (Terranova) secuestra a un transexual brasileño y le quita los medicamentos que toma para las hormonas. Tiresia se vuelve hombre y entonces Terranova primero lo ciega y luego lo abandona. Viviendo en la oscuridad y en una especie de limbo físico entre ser hombre o mujer, Tiresia se da cuenta de que tiene el don de adivinar el futuro. Se convertirá en una especie de poeta antes de morir accidentalmente.

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Con esta nueva película, bien rodada y con un ritmo voluntariamente lento, Bonello asume todos los riesgos artísticos y propone un cine que parece que ha llegado de otro planeta. Una posición apreciable, pero que lo coloca en una categoría a parte, en la que solo él puede competir. Tiresia confirma el talento del actor Laurent Lucas, que interpreta dos papeles en la película (Terranova y el cura) y a quien ya habíamos visto en Qui a tué Bambi?. Buena también la actriz brasileña Clara Chovaux al interpretar la ambigüedad de Tiresia. Producida por Haut et Court y coproducida por Arte con un presupuesto de 2,18 millones de euros, no hay dudas de que suscitará amplia polémica en la Croisette.

(Traducción del francés)