email print share on Facebook share on Twitter share on LinkedIn share on reddit pin on Pinterest

Cannes 2003 - Cartoons

por 

- Tres bonitas obras se han presentado en la Croisette. Con Francia y Dinamarca en cabeza, se lanzan a su distribución internacional

Una línea común une a tres películas de animación presentadas en Cannes, El niño que quería ser un oso, proyectada en el Marché; Araki, la muerte de un fotógrafo japonés y Les Triplettes de Belleville [+lee también:
tráiler
ficha de la película
]
, fuera de concurso.
La animación europea parece haber llegado a una fase de madurez que presagia una mejor distribución internacional, privilegio destinado por ahora a Estados Unidos y Japón. Francia y Dinamarca son, por tradición y por sus vivos mercados de cine infantil, los países a la vanguardia.
El niño que quería ser un oso de Jannik Hastrup, maestro de la animación nórdica, aborda el tema del crecimiento y de la comunicación con herramientas muy eficaces, usando todos los tonos de la escala cromática. Su película se ha distribuido, con muchas dificultades, en Francia. “Las televisiones quieren dibujos animados a precios bajos, no les interesa la calidad. Compran productos estadounidenses a una décima parte del costo, y el resultado es la muerte de la tradición europea”, dice Hastrup. El niño que quería ser un oso, con un coste de 5 millones de euros, es una coproducción franco-danesa producida por Dansk Tegnefilm y Les Armateurs.
Destinada a un público adulto, Les triplettes de Belleville, primera película de Sylvain Chomet, es un nostálgico viaje por la historia francesa de los años cincuenta, ilustrada con un estilo retro muy refinado técnicamente.
Coproducción franco-belga canadiense, la película se ha realizado gracias a la cooperación entre Les Armateurs, Vivi Film, Les Productions Champion, Rgp France y France 3. De las ventas se encarga . Danesa también, Araki, la muerte de un fotógrafo japonés, es un cortometraje de b>Anders Morgenthaler hecho como proyecto final de estudios en la Escuela Nacional de Cine de Dinamarca. El trazo de Morgenthaler no oculta las influencias de los años setenta, dominado por líneas esenciales y quebradas en colores primarios con gran impacto visual. Producida por otro diplomado, David Østerbørg, la película ha recibido el apoyo del Instituto Danés de Cine y de la Escuela Danesa de Cine, que se encarga de las ventas y distribución nacionales.

(Traducción del italiano)

¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.

Privacy Policy