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BERLINALE 2016 Panorama

Yo, Olga Hepnarová: una contra todos

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- BERLÍN 2016: En su ópera prima excepcionalmente madura, los dos cineastas checos emergentes Tomáš Weinreb y Petr Kazda se sumergen en la mente de la perpetradora de las matanzas de 1973 en Checoslovaquia

Yo, Olga Hepnarová: una contra todos
Michalina Olszańska en Yo, Olga Hepnarová

"La realización de la película ha estado marcada por pérdidas personales, de tiempo y de dinero bastante importantes," dice, a propósito de Yo, Olga Hepnarová [+lee también:
tráiler
making of
entrevista: Tomáš Weinreb, Petr Kazda
ficha de la película
]
, Tomáš Weinreb, codirector y coguionista que ha trabajado en este proyecto junto a Petr Kazda desde el 2009. A pesar de los obstáculos, el tándem de cineastas emergentes checos ha logrado terminar lo que ellos describen como un drama existencial justo a tiempo para ser seleccionados por la Berlinale, obteniendo el privilegio de proyectar la película en la inauguración de la sección Panorama. En la cinta, el dúo se sumerge en la mente de la perpetradora de las matanzas de 1973 en Checoslovaquia, la reclusa de tan solo 22 años Olga Hepnarová. 

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Los transgresores actos de Hepnarová estaban dirigidos contra la sociedad entera, de la cual se percibía como víctima. Ella quería pasar a los libros de historia como una advertencia. Sin embargo, actualmente su nombre es sinónimo de asesina en masa, y ha pasado a la historia como la última mujer ejecutada en Checoslovaquia. Weinreb y Kazda, desviándose de las convenciones de la cultura pop en torno a los retratos de asesinos, han reconstruido los hechos en la forma de una película introspectiva y bastante imparcial con un tono existencialista.

Los cineastas han estructurado la historia en torno al comportamiento autodestructivo de Hepnarová, partiendo desde su suicidio frustrado, pasando por la tragedia y terminando en la pena de muerte. Aunque el recorrido de la trama parece lineal, la naturaleza y forma de la investigación se despliega en una serie de viñetas dramatizadas y entrelazadas imperceptiblemente: estancias en asilos, la marcha del hogar, la alienación y los fallidos encuentros amorosos y sexuales.

El orden cronológico no es el único eje estructurador de esta película que rehúsa formular una acusación directa de culpabilidad hacia esta joven marginada e inconformista. Este planteamiento contribuye a sumergirnos en el tumultuoso mundo interior de Olga. Kazda y Weinreb sondean su vida interior, pero sin descuidar la ambientación, lo cual se refleja en una escenografía cuidadosamente iluminada y en una dirección de fotografía atmosférica y monocromática, obra de Adam Sikoras. El espíritu, meticulosamente reconstruido, de la normalidad de 1970 constituye un fondo crucial no solo para la psicosis de Olga, sino también para las tribulaciones de su vida como lesbiana, algo que podría —o no— haber sido el factor decisivo detrás de sus acciones. Esta lucha interna obliga a los espectadores a preguntarse por las causas, por la parte de responsabilidad que corresponde a la sociedad y por el estado mental de Hepnarová.

Como en el caso de otros asesinos en masa, el enigma de Hepnarová magnetiza e acrecienta la curiosidad para indagar más allá de su exterioridad. En una interpretación satisfactoria, la actriz polaca Michalina Olszańska encarna a Olga como si fuera una intelectual decadente, un alma torturada. Su discurso refleja la influencia de Kafka, Camus y Freud, y el pensamiento de Olga no es el único rasgo inconformista: su existencia ermitaña, su aislamiento auto-infligido (Hepnarová nunca sonreía, y tampoco lo hace Olszańska), retratado mediante tomas en su mayoría estáticas con estrechos paneados ocasionales y el aprovechamiento de la profundidad, todo ello remarca su desconexión literal y figurada con respecto a la realidad exterior. Los directores han realizado, en suma, una ópera prima excepcionalmente madura y del todo fascinante.

Yo, Olga Hepnarová ha sido producida por la productora de Kazda y Weinreb, Black Balance, y coproducida por la polaca Media Brigade, la eslovaca ALEF Film & Media, las checas Love.FRAME, Czech Spoon, Barrandov Studios, Michael Samuelson Lighting Prague, FAMU, la francesa Arizona Productions y la polaca Odra-Film. El proyecto ha sido respaldado por el Slovak Audiovisual Fund, el Czech State Cinematography Fund y el Polish Film Institute. Pascale Ramonda está gestionando su presencia en festivales, mientras que Arizona Distribution se encarga de las ventas en el extranjero.

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(Traducción del inglés)

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