email print share on Facebook share on Twitter share on LinkedIn share on reddit pin on Pinterest

BERLINALE 2016 Panorama

War on Everyone: dos policías (más) rebeldes

por 

- BERLÍN 2016: El nuevo largometraje de John Michael McDonagh juega en el terreno de la buddy movie gamberra y desenfadada, convencional y a ratos inventiva

War on Everyone: dos policías (más) rebeldes
Michael Peña y Alexander Skarsgard en War on Everyone

No, el Reino Unido no se ha convertido de repente en un desierto perlado de jugadores de billar en chándal, strip clubs regidos por mafias, vastas llanuras repletas de luces en plena noche, y droga y violencia para dar y tomar. War on Everyone [+lee también:
tráiler
ficha de la película
]
, la nueva película del director británico de ascendencia irlandesa John Michael McDonagh presentada en la sección Panorama Special de la 66ª Berlinale, es, aunque producida en su totalidad con financiación del Reino Unido (principalmente de la londinense Reprisal Films), una inmersión en el Nuevo México que Breaking Bad puso delante de nuestros ojos. Un páramo en los Estados Unidos con todos los ingredientes anteriormente citados, a los que McDonagh se abandona en un frenesí de ingenio en los diálogos, desenfreno en el montaje y comedia socarrona (aunque también estilizada).

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)
Hot docs EFP inside

Albuquerque es así el escenario de la historia de Terry Monroe (Alexander Skarsgard) y Bob Bolaño (Michael Peña), una pareja de policías (en términos profesionales y de amistad, no vayamos a pensar) que hacen de los sobornos, el abuso policial, la corrupción y en general, el desprecio por el prójimo, su día a día. Y no solo en su relación (o mejor, la falta de ella) con los civiles que los rodean, sino también con la familia (de Bob, cuyas habilidades paternofiliales son de muy dudosa ética) y muy especialmente, con sus informantes (la pareja de jugadores de billar en chándal de los que hablábamos antes) y sus enemigos (capitaneados por un andrógino gerente de un club, interpretado por un magnífico Caleb Landry Jones, y un joven inglés de alta alcurnia, Lord James Mangan, interpretado por Theo James). En el jaleo en el que se meten Terry, Bob y el séquito de Lord Mangan se encuentra la excusa para que McDonagh dé rienda suelta a sus ganas de entregar una hiperactiva forma de acercarse al género de comedia policiaca, a través de la buddy movie y de una desinhibida mirada a la violencia que ya sí, a estas alturas, forma parte de todas las retinas de cualquier espectador.

Violencia que, ante todo, es comedia: sin ir más lejos, la película se abre con el atropello de un mimo por parte de la pareja de policías, sin que, claro, el primero articule palabra alguna. El humor de McDonagh impregna el metraje de la cinta sustancialmente más que la sangre: bromas que no tienen miedo de encarar el racismo, las discapacidades o la misoginia, desde un punto de vista heterosexual, blanco y cazurro. El director encauza esta verborrea, sin embargo ingeniosa y ocurrente, a través de una notable inventiva visual: las cortinillas laterales inundan el montaje y ciertas escenas denotan un gusto por la composición y el color, permitiéndose incluso incluir Christina’s World, cuadro de Andrew Wyeth, como guiño a la soledad y el posible misterio alrededor de ella. Pero nada más lejos: War on Everyone está exclusivamente ahí para entretener al espectador, desde el minuto uno hasta el final. Su propuesta no se articula sobre nada especialmente innovador, pero los asesinatos, embrollos, y sobre todo, los chascarrillos de estos policías rebeldes mantiene sin problemas el interés de quien se quiera acercar a su corrupto mundo.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.

Privacy Policy