17/03/2016 - Se repartirán 6,7 millones de euros entre largos, cortos, documentales y óperas primas

En mitad de la marea de noticias y cambios ordenados por el nuevo ministro de cultura de Rumanía, Vlad Alexandrescu (leer más), el National Film Center de Rumanía ha anunciado su primera convocatoria de subvenciones de 2016, con la que se van a repartir 6,7 millones de euros entre largometrajes de ficción, óperas primas, documentales y cortos. Los guiones en pleno desarrollo también podrán optar a las ayudas del centro.

La parte del león (unos 3,97 millones de euros) se destinará a la subvención de proyectos de largometrajes de ficción. Los primeros largos se repartirán un total de un millón de euros; los cortos, 674.000 euros, y 67.000, los guiones en fase de desarrollo.

El límite del plazo para presentar las solicitudes es el 28 de marzo y los títulos subvencionados se anunciarán a principios de mayo o un poco más tarde, dependiendo del número de candidaturas.

La noticia ha sido acogida con no poca polémica. Como el nuevo estatuto del centro se anunciará previsiblemente en junio, la competición se seguirá rigiendo aún por las mismas reglas viejas y obsoletas. Una de ellas, fruto de una orden emitida por el centro en noviembre de 2014, puso en pie de guerra a los productores debutantes. En ella se estipulaba que los cortometrajes no se someterían a ninguna consideración como experiencia para productores que aspiraran a lograr financiación para un largometraje. En un sistema en el que los proyectos reciben puntos en función de los éxitos previos de directores y productores, así como por la calidad del guion, los productores primerizos se encuentran en una clara situación de desventaja, ya que sus cortometrajes precedentes no les reportan ningún punto.

No en vano, desde noviembre de 2014, ningún productor debutante en el largo ha logrado subvención del centro para su película, lo que provocó que figuras como Paul Negoescu, Claudiu Mitcu, Codruţa Creţulescu, Radu Stancu, Ioana Lascăr, Gabriela Suciu, Iuliana Tarnoveţchi, Anamaria Antoci y Irina Malcea protestaran en una carta abierta enviada al ministro Alexandrescu.

(Traducción del inglés)