La batalla de las exenciones fiscales
por Fabien Lemercier
Lucha de influencias entre los ministerios franceses de cultura y hacienda sobre la futura exención fiscal al cine y a los audiovisuales. Iniciado el pasado 30 de abril por Jean-Jacques Aillagon, el ministro de cultura, el proceso de modernización de los incentivos fiscales se ha encontrado con las reticencias financieras de Bercy.
Para luchar contra la emigración de los platós y para atraer a las producciones extranjeras que prefieren actualmente las ventajosas instalaciones británicas, irlandesas, belgas y alemanas, el Ministerio de Cultura quiere crear un mecanismo de exención de impuestos semejante al de la industria aérea y naval. Los inversores podrán deducir lo invertido de los beneficios y cubrir casi el 20 por ciento del presupuesto de una película. El sistema debe entrar en funcionamiento en 2004, y permitirá diversificar las fuentes de financiación al cine francés.
De acuerdo en lo principal, el Ministerio de Hacienda quiere, a cambio, limitar el impacto de esta medida en el presupuesto del Estado francés, asimilando el nuevo paquete económico en el ya existente para los Sofica (Sociedades de financiación de la industria cinematográfica y audiovisual), 45 millones de euros con un coste fiscal de 23 millones. Una posición muy alejada de la de Jean-Jacques Aillagon, a quien le gustaría duplicar la cantidad de los actuales incentivos fiscales. Las negociaciones prosiguen para alcanzar este verano una decisión final, que demostrará si las buenas intenciones conducen a un nuevo mecanismo o si son un simple retoque del sistema de financiación previsto por el artículo ocho.
(Traducción del francés)
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