03/06/2016 - Neue Visionen Filmverleih ha estrenado en Alemania el drama existencial que Johannes Schmid ha adaptado a partir del best-seller homónimo del escritor suizo Peter Stamm

Neue Visionen Filmverleih ha llevado a los cines alemanes el drama existencial Agnes [+lee también:
tráiler
ficha de la película], obra que el culto director de teatro y ópera Johannes Schmid, aquí en su tercer largometraje, ha adaptado al cine con Nora Lämmermann a partir del best-seller homónimo del escritor suizo Peter Stamm. Se trata de una coproducción entre Alemania y Bélgica de Phillipe Budweg y Tom Blieninger con Lieblingsfilm y WDR. La cinta ha pasado por el festival internacional de cine de Palm Springs este año, ha ganado el Max Ophüls Preis a la mejor actriz protagonista (Odine Johne) y estuvo en el Bolzano Film Festival Bozen, donde Cineuropa lo pudo ver antes de su estreno en cines. 

Agnes recuerda, con sus debidas diferencias, a la reciente Anomalisa, de Charlie Kaufman. Es una película sobre el amor, el egoísmo y las relaciones. Relaciones amorosas que no siempre son perfectas; es más, que es posible que funcionen justamente porque nunca lo son. Como explica en una escena la protagonista Agnes, estudiante de física, “la asimetría hace posible la vida: la diferencia entre los géneros, el tiempo que recorre en una sola dirección…”

Chica de rostro diáfano, etérea, casi impalpable, Agnes estudia siempre en una biblioteca y muestra leves señales de malestar obsesivo compulsivo, como, por ejemplo, alinear meticulosamente libros y lapiceros. En ese lugar inundado de saber, se cruza con Walter Richter (el televisivo Stephan Kampwirth), un fascinante escritor al menos diez años mayor que ella que está investigando para escribir un libro sobre la industria alemana en la época de Guillermo I. Su encuentro tendrá lugar con motivo de la muerte de una joven en la acera, así que su primera conversación, por lo demás de lo más encendida, gira en torno a la idea de la muerte. La visión de Walter es cínica; la de Agnes, desesperadamente espiritual. El hombre revela un pasado con ambiciones literarias y, leyendo una colección de sus poesías juveniles, Agnes enfrenta algunos versos con el célebre Camino no elegido, del poeta estadounidense Robert Lee Frost: “Dos caminos se bifurcaban en un bosque y yo / yo tomé el menos transitado / y esto hizo toda la diferencia”. 

En esta especie de dispositivo de puertas correderas reside la clave de la película. Cuando su verse se convierte en un quererse, Agnes pide a Walter que escriba un libro sobre ella, sobre cómo la ve, sobre su historia, inventado cosas también. Un día que ella debe ir a Bruselas para una presentación, él empieza a introducir elementos totalmente ficticios en la escritura, que perseguirá a la atormentada pareja hasta el final. 

Agnes es una cinta de atmósfera enrarecida y melancólica, que frena levemente en su segunda mitad y que está dirigida espléndidamente sobre los cimientos de la densa fotografía de Michael Bertl y el cuidado montaje de Henk Drees (habitual del cine documental). Odine Johne consigue dotar de cuerpo y alma a esta joven mujer caracterizada por una profundidad tan grande como su vulnerabilidad, que se esfuerza en todo momento por expresar el propio dolor pero que no consigue comunicarse con la persona amada. Y toma el camino menos transitado.

(Traducción del italiano)