email print share on Facebook share on Twitter share on LinkedIn share on reddit pin on Pinterest

BLACK NIGHTS 2023 Competición películas bálticas

Crítica: Dark Paradise

por 

- El elegante segundo largo de Triin Ruumet es una explosión de rabia y una demostración de acrobacias visuales, aunque la esencia se pierda entre las cabriolas narrativas

Crítica: Dark Paradise
Rea Lest en Dark Paradise

La densa Dark Paradise [+lee también:
entrevista: Triin Ruumet
ficha de la película
]
de Triin Ruumet (The Days that Confused [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Triin Ruumet
ficha de la película
]
), que participa en la Competición de películas bálticas del Festival Black Nights de Tallin, divide a los espectadores en dos bandos, pero independientemente de que la ames o la odies, sin duda da de que hablar.

La película comienza con un velatorio a cajón abierto. El fallecido, un apuesto hombre llamado Martin, es el amado padre de Karmen (Rea Lest). Pronto, nos damos cuenta de que la percepción que tenía Karmen de su padre estaba muy lejos de la realidad. La rabia de Karmen se manifiesta de muchas formas, pero al final termina desatándose sobre su distante y tímido hermanastro Viktor (Jörgen Liik), al que desfigura la cara durante un bautizo marcado por el alcohol en una bañera de hidromasaje.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

Resulta complicado simpatizar con la princesita rica de papá. Como no hay un trasfondo sólido, las acciones de Karmen parecen las rebeliones inútiles de una niña mimada a la que se le escapa la vida sin preocuparse. Sí, está confundida, conmocionada y tiene debates internos, pero parece que el dolor pasa a ser una excusa para justificar su estilo de vida hedonista y su total desprecio a los demás.

A pesar de estar mimada, su relación con Renee (Juhan Ulfsak) es tóxica y repleta de maltrato. Una conversación a la mañana siguiente nos muestra la dinámica de su relación: él le dice que prefiere las morenas sexys y ella le contesta que disfruta la distancia que les separa. A Karmen le gusta que Renee le pegue y la estrangule, pero el verdadero masoquismo reside en que oculta su necesidad de intimidad tras una fachada fría y nihilista.

Karmen está rodeada de colegas narcisistas que limpian sus almas en terapias chamánicas y hacen alarde de su agilidad mental soltando opiniones filosóficas vacías sobre la inexistencia de la normalidad. Son un ruido de fondo, pero no llegan a convertirse en personajes completos. ¿Son así exagerados y banales a propósito o la película va muy en serio?

A pesar de su muerte, la presencia de Martin se mantiene muy presente y sigue siendo idolatrado. Su legado económico complica todavía más la ya tensa relación de Karmen con su madre. Teniendo en cuenta el trasfondo histórico de los feroces y corruptos años 90 en los estados postsoviéticos, podemos deducir que Martin adquirió su riqueza de forma ilegal. Sus numerosos cuadros enmarcados parecen un altar, y su lápida, un lugar de peregrinación para ambos hermanos.

Para Viktor, que aparentemente ha crecido sin Martin, una fotografía de este último en moto hace nacer a una leyenda. Al tener que ir por la vida con una esvástica y tatuajes de genitales masculinos (fruto del difícil bautizo de Karmen), el sociópata que vive en Viktor se libera: aterroriza a Karmen, se modifica los tatuajes para parecerse a un satanista y se sumerge bruscamente en la escena de los skinheads y de las motos. Arrastrado por la humillación y la rivalidad entre hermanos, Viktor supura venganza por todos lados, lo que le convierte en un personaje mejor planteado que Karmen. Sin embargo, toda esa energía vengativa explota en el gran final de la película. Lest y Liik conforman una pareja magnética y con sus valientes interpretaciones también consiguen suplir algunas "lagunas de contenido" en sus respectivos personajes.

El director de arte Matis Mäesalu y la diseñadora de vestuario Liis Plato llevan a cabo un trabajo encomiable y milimétrico en la elaboración del cartel de la película. La banda sonora punk y el ritmo enérgico, combinados con los efectos visuales, recuerdan un videoclip actual.

En la pantalla, la vida de cada hermano tiene un punto de vista distintivo. Los colores llamativos y una atmósfera psicodélica y de pesadilla dominan las escenas protagonizadas por Karmen, mientras que las partes de Viktor tienen un tono más oscuro y teatral.

Caótica y sin matices, Dark Paradise nos hace tener sentimientos encontrados. Quiere ser una historia millenial que muestra el paso de la niñez a la vida adulta, pero la forma vence al contenido y a la profundidad psicológica. Sin embargo, es una película valiente, que capta lo blanco y negro que puede parecer el mundo cuando se es joven, se está borracho y se idealiza la completa autodestrucción.

Dark Paradise es una coproducción entre la productora estonia Three Brothers y la francesa Chevaldeuxtrois.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

(Traducción del inglés por Claudia López Coloma)

¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.

Privacy Policy