It’s Not The Time of My Life: familia, sustantivo
por David González
- KARLOVY VARY 2016: La película del húngaro Szabolcs Hajdu se adentra en los huecos y las grietas del núcleo familiar con un emocional y sobrio retrato de un choque entre dos matrimonios y sus hijos
Dos familias, dos jóvenes matrimonios con un hijo cada uno, son enfrentadas entre sí por las circunstancias: una de ellas se ve obligada a volver a Budapest tras haber pasado un tiempo en Escocia, y la otra la acoge temporalmente en su apartamento, mientras lucha con sus propios problemas. Problemas inherentes a cualquier núcleo familiar, que el director húngaro Szabolcs Hajdu retrata con un trazo certero y sencillo en It’s Not The Time of My Life [+lee también:
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ficha de la película] (Ernelláék Farkaséknál en su título original húngaro). Una cinta de (muy) bajo presupuesto –rodada en su propio apartamento, con sus amigos y familiares como protagonistas, y estudiantes de la Universidad Metropolitana de Budapest como equipo técnico– que, con su emocional y sobria naturaleza, ha sabido convencer al jurado del 51° Festival Internacional de Cine de Karlovy Vary para otorgarle el máximo galardón, el Globo de Cristal a la Mejor Película de la competición oficial.
Hajdu, cuya carrera se ha curtido en los festivales más importantes (White Palms [+lee también:
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ficha de la película] participó en la Quincena de los Realizadores de Cannes 2006, Bibliothèque Pascal [+lee también:
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entrevista: Szabolcs Hajdu - director
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ficha de la película] en el Forum de Berlín 2010, y Mirage [+lee también:
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ficha de la película] en Toronto 2014), filma en su nuevo título su historia más íntima y sencilla, aunque no por ello simple. En It’s Not The Time of My Life, la familia formada por Farkas (el propio Hajdu, que también recibió el premio a Mejor Actor en el certamen checo), Eszter (Orsolya Török-Illyés, la mujer de Hajdu en la vida real) y Brúnó (Zsigmond Hajdu), recibe la visita inesperada de la hermana de ella, Ernella (Erika Tankó), su marido Albert (Domokos Szabó) y su hija Laura (Lujza Hajdu), durante una noche en la que su coche se avería en pleno camino de vuelta a Hungría. La joven familia debe tragarse sus malas palabras sobre sus compatriotas y volver a convivir con ellos tras su fallida estancia en una granja escocesa, algo que sale a la luz en los discursos de Farkas y Albert, nacidos en el rencor y la arrogancia, pero ahora repletos de arrepentimiento y solidaridad. La confianza entre los unos y los otros es puesta a prueba numerosas veces: en la cómica confesión que Albert hace sobre el adulterio de su mujer, en la desgarradora de Eszter sobre su desesperanzador futuro con Farkas, en la tensa desaparición de un sobre con dinero, en la sobrecogedora ausencia del pequeño Brúnó…
Es precisamente en estos momentos en donde el guion (escrito por Hajdu, inicialmente para una obra de teatro) serpentea alrededor del concepto de la cinta para dotarle de todas las aristas posibles. La relación entre los dos mundos familiares se va desarrollando a medida que pasa un solo día, durante el cual la película no es expulsada en ningún momento del apartamento, conformando una precisa pieza de cámara en la que todo parece superfluo exceptuando la evolución emocional de cada uno de los personajes implicados en ella.
El admirable trabajo técnico en la única localización del rodaje (en ella participaron trece operadores de cámara, nada menos) da en un resultado transparente, a través del cual It’s Not The Time of My Life consigue momentos de pura honestidad, tanto en las acaloradas discusiones como en los tranquilos silencios, y, finalmente, en el acercamiento a esas personas que tenemos cerca, sea quien sea, y que forman parte de nuestras vidas.
La película ha sido producida por Filmworks Ltd. (que también se ocupa de sus ventas al extranjero), Focus-Fox Stúdió y Látókép Ensemble.