03/10/2016 - Tras la aventura de Wonderland, la joven suiza Lisa Blatter vuelve a colocarse tras la cámara para regalarnos su retrato de una joven hedonista y libre

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tráiler
ficha de la película], primer largometraje en solitario de Lisa Blatter, estrenado a escala mundial en la sección Proyectores sobre Suiza, Alemania y Austria del Zurich Film Festival, esboza, literalmente, el retrato de una joven con un hambre de libertad que parece transformarse en bulimia.

Lou, la protagonista del primer largometraje de Blatter, es una auténtica ciudadana, independiente y casi hasta insolente que no pierde ocasión para demostrarse (y demostrar a los demás) que la libertad es la única vía, la única especie de antídoto contra una rutina que teme más que cualquier otra cosa. ¿De qué huye en realidad Lou? ¿Por qué los vínculos afectivos la aterrorizan tanto? Su encuentro con Aro, un joven artista que también constituye un ciudadano enteramente, aunque sí posee el deseo de estabilidad de que carece Lou, la pone contra la pared y la obliga a enfrentarse con esos pequeños demonios que parecen anidar bajo el misterioso vendaje que lleva siempre en el brazo. Aro se transforma, en cierto sentido, en el alter ego de una Lou apaciguada con la vida, reflejo de una existencia que bien podría tener pero en la que no consigue reconocerse. Detenerse significaría enfrentarse con un pasado que todavía no está dispuesta a desenterrar. Sin embargo, más evoluciona su relación y más experimenta Lou sensaciones que hasta ahora desconocía: los celos, la ternura, el poder concederse el lujo de bajar la guardia. A través del retrato de Lou, Lisa Blatter nos habla, más en general, de una juventud, la de Zúrich, atenazada entre la desinhibición y la búsqueda de la identidad, una juventud en muchos aspectos “dorada” que, sin embargo, no consigue liberarse completamente de las presiones de una sociedad que la pretende siempre en forma y cumplidora. Lou rechaza todos los papeles que los demás parecen querer imponerle: madre, compañera, hija… para refugiarse en un presente en constante evolución, huidizo y complejo como ella.

Gracias a su mirada tan precisa como pudorosa, Lisa Blatter hurga tras la máscara de una Zúrich überrelajada para esbozar el retrato de una pareja totalmente contemporánea, compleja e imperfecta. Si bien Lou (Liliane Amuat) siempre está atenta a disimular sus debilidades tras una coraza que le viene al dedillo, el intrigante paisaje sonoro de Maurizius Staerkle Drux que atraviesa toda la película nos regala indicios, breves pero significativos, de la fugitiva personalidad. Las notas que acompañan las imágenes se transforman en multitud de pequeñas gotas de lluvia que refrescan una atmósfera cargada de deseos no expresados, de necesidades sofocadas tras un orgullo de fachada. ¿Qué significa ser a día de hoy una mujer moderna? ¿Cómo deshacer la maraña que forman los deseos y las expectativas? ¿Cómo sentirse menos solos sin perder nada de la propia individualidad? Lejos de la superficialidad de la ciudad, Lou encuentra en las montañas (en el majestuoso decorado alpino que señala el final de la película) el coraje de anclarse al presente para sumergirse mejor en el futuro.

Sketches of Lou es una producción de la zuriquesa 2:1 Film GmbH.

(Traducción del italiano)