11/10/2016 - Lo nuevo de Cristina Comencini presenta en este himno a la ligereza a una extraña pareja de amigas metidas en una relación con un chico mucho más joven que ellas

Un triángulo amoroso entre dos amigas que superan los 40 y un joven desgreñado de 19 años protagonizan una comedia sentimental llena de equívocos que anima a dejarse llevar, tenga uno la edad que tenga, por las alegrías del sexo y la ligereza. Cristina Comencini dirige, en efecto, en Qualcosa di nuovo a una nueva pareja de estelares actrices italianas: Paola Cortellesi (también coguionista) y Micaela Ramazzotti. Tras los dúos Buy-Golino en La vita possibile [+lee también:
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El acontecimiento inesperado responde al nombre de Luca (Edoardo Valdarnini) y no se trata más que de un recién adulto que entra como un tifón en las vidas más o menos codificadas de Lucia (Cortellesi) y Maria (Ramazzotti), dos mujeres que rondan los 40, separadas, con acercamientos diametralmente contrarios hacia los hombres: Lucia no quiere volver a saber de ellos, mientras que Maria no consigue dejar de prestarles atención. Una noche, Maria, borracha, se lleva a la cama a Luca sin darse cuenta de que es un chiquillo. Por su parte, Luca, igualmente borracho, se acuesta con Maria, pero creerá la mañana siguiente que el sexo lo ha tenido con Lucia, a la que se encuentra por casualidad en la cocina. Ambas mujeres se ven así intercambiándose los papeles y no sabrán cómo volver atrás. La rígida Lucia empieza a saborear las alegrías del sexo sin demasiado compromiso que tanto predica su amiga, mientras que la frívola Maria se percata de que una puede hablar con los hombres. Las dos se volverán, sin que la otra lo sepa, asiduas de la misma habitación desordenada de Luca, que, mientras tanto, atraviesa una crisis con su novieta. 

Maria, Lucia y Luca son tres “principiantes absolutos” (como subrayan las notas de Absolute Beginners, de David Bowie, que resuena casi enteramente en una larga secuencia del film), lanzados al descubrimiento de nuevas emociones: no es una película sobre un toy-boy, por tanto, sino más bien “un recorrido de educación sentimental en el que todos son unos inmaduros afectivos”, explica la directora. “Has aparecido en un momento delicado de nuestras vidas”, repiten las protagonistas al descarado jovencito, que, por su parte, las descoloca a todas al afirmar lúcidamente que “las mujeres pasan la primera parte de sus vidas haciendo proyectos y la segunda, desmontándolos”. Un veinteañero, a veces, puede abrirnos los ojos y llegar a lo más profundo de nosotras, parece decirnos la Comencini. “Me apetecía mostrar que puede haber relación y diálogo libremente entre las generaciones”. La invitación de la directora, por tanto, es la de “dejarse llevar, porque siempre hace bien descubrir a otro”. Estamos, pues, ante un himno a la ligereza, de por sí regeneradora, si bien habría apuntado mejor al blanco con alguna ligereza de menos (el equívoco de partida no se sostiene: el encuentro en una fiesta de máscaras habría podido justificar mejor quizá el intercambio de personas; la contraposición entre ambas amigas, una severa y otra revoloteadora, a veces resulta caricaturesca).

La película es una adaptación de una obra teatral de la propia Comencini titulada La scena, es una producción de Cattleya y Rai Cinema, y se estrena este jueves, 13 de octubre, de la mano de 01 en 350 copias.

(Traducción del italiano)