25/10/2016 - El documental británico trata sobre uno de los fundadores de Jobbik y su cambio radical al descubrir que su abuela es una superviviente de Auschwitz

Tras su estreno en Tribeca y su paso por DocAviv, Keep Quiet [+lee también:
tráiler
ficha de la película], la última cinta de los documentalistas británicos Sam Blair y Joseph Martin, se proyectó la semana pasada en la sección OutstanDox del Festival de Cine de Astra en Sibiu (Rumanía). En ella se narra la historia, provocadora, a ratos indignante y a ratos emotiva, de uno de los fundadores del partido húngaro de ultraderecha Jobbik, que descubre que es judío. 

Nacido y criado en el seno de una familia nacionalista, con solo 21 años Csanád Szegedi es uno de los fundadores de Jobbik, el partido húngaro de extrema derecha nacido en 2003 y, en 2007, de la organización paramilitar Guardia Húngara, prohibida en 2009. Ese mismo año, después del enorme éxito de Jobbik en las elecciones, Szegedi se convierte en parlamentario europeo y en 2012 descubre que su abuela es judía. Tras la confusión inicial, sus miedos se ven confirmados durante una conversación filmada por él mismo: en un vídeo de baja resolución devastador, y no solo para Szegedi, ella le enseña su tatuaje de Auschwitz.

Al principio de la película, Szegedi viaja en tren al monumento conmemorativo del campo de concentración junto a otra superviviente que actualmente vive en Canadá. Da la impresión de que está empezando a aceptar sus orígenes judíos, pero no puede olvidar sus raíces ideológicas. “¿Por qué el Holocausto es tan importante?”, le pregunta a la anciana. “En la Segunda Guerra Mundial también murieron muchos soldados húngaros”. 

Pero es probable que Szegedi no emprendiera su peregrinación en solitario. Angustiado y en busca de respuestas, visita al rabino Oberlander, representante del Consejo Rabínico ortodoxo en Budapest, que lo toma bajo su protección. El antisemita parece querer convertirse ahora en un creyente abnegado y la película retrata al rabino como un referente moral, que sirve de guía a Szegedi mientras le recuerda a una comunidad comprensiblemente indignada la tradición judía del perdón y el imperativo de amar al prójimo. 

Durante el año siguiente, Szegedi, un político muy carismático y de talento, pone todo su empeño en convencer a la comunidad judía de que se ha dado cuenta de sus errores y está intentando redimirse, pero, salvo Oberlander, nadie cree en sus palabras. Son algunos de los momentos más emotivos de la cinta, sea cual sea el partido que el espectador decida tomar. 

En Keep Quiet predomina una mezcla tradicional de entrevistas con cabezas parlantes e imágenes de archivo. Con ese enfoque, perfecto para un tema tan provocador y emocionalmente conflictivo, y con la ayuda experta de Ben Stark, Blair y Martin construyen una narrativa más que cautivadora y apasionante y le dan a la audiencia motivos para reflexionar y argumentos para una discusión indiscutiblemente conmovedora. No cabe duda de que resulta difícil mantener la cabeza fría después de una experiencia como esta.

Keep Quiet es una coproducción de la británica AJH Films y Passion Pictures. La agencia The Film Sales Company, de Nueva York, se encarga de su distribución internacional.

(Traducción del inglés por Eva González)