29/11/2016 - El nuevo largometraje de Viesturs Kairish nos cuenta la historia de las deportaciones soviéticas utilizando una sombría aunque bonita fotografía en blanco y negro

El aclamado director letón de ópera, cine y teatro Viesturs Kairish, ha presentado su primer largometraje, The Chronicles of Melanie [+lee también:
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ficha de la película], en la competición principal del Festival Black Nights, tras un parón de diez años

La mañana del 15 de junio de 1941, Melanie (Sabine Timoteo), su marido y su hijo son sacados de sus camas, encerrados en un tren y enviados al este. Melanie cree erróneamente que su destino es una pequeña ciudad en la frontera letona, pero resulta que los trenes van a parar a Siberia, como parte de la histórica deportación masiva de decenas de miles de personas que rompió familias y destruyó tradiciones. Tras su llegada, las horribles condiciones atmosféricas, la falta de comida, el duro trabajo, y, lo peor de todo, las humillaciones constantes, originaron una situación donde, en ocasiones, sobrevivir parecía imposible. Una vez absueltos tras la muerte de Stalin en 1953, Melanie regresa a Letonia, donde se encuentra bajo un nuevo régimen. Su proceso de redención no ha terminado todavía.

Parece que los países bálticos atraviesan un proceso de exorcismo de estos sucesos. El drama de deportación lituano The Excursionist (2013) se basaba más en la acción, y el estonio In the Crosswind [+lee también:
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entrevista: Martti Helde
entrevista: Martti Helde
ficha de la película] (2014) de Martti Helde narra la historia de modo más artístico, desarrollándose poco a poco a través de escenas que parecen imágenes congeladas. Además, el corto de animación estonio Body Memory de Ülo Pikkov consiguió una gran atención en los festivales al abordar el mismo tema en un formato de animación silenciosa.

De modo similar a la película de Helde, The Chronicles of Melanie, utiliza una fotografía en blanco y negro (por la que Gints Berzins ganó el premio a Mejor fotografía en Tallin). No es difícil apreciar el subgénero que se crea aquí, son sus propios tropos visuales y narrativos (por no hablar de clichés): cortinas blancas de tul flotando en el viento para simbolizar los buenos tiempos y la clásica banda sonora para hacer hincapié en las dificultades. La obra de Kairish también puede ser un poco monótona, ya que apenas le da tiempo a Melanie de recuperarse antes de que surja otro problema. Todo el tiempo nos encontramos ante fatalidad y melancolía. Sin embargo, el valor de la película radica en otro lugar, sobre todo en su propósito educativo que sirve tanto para un público extranjero como para sus propias jóvenes generaciones. Los acontecimientos en la Europa actual hacen bastante evidente cómo algunos sucesos históricos han sido olvidados o ignorados con mucha facilidad. En el contexto báltico, se prefiere por tanto volver a contar la historia de las deportaciones, en lugar de no contar nada en absoluto. Es posible que The Chronicles of Melanie no esté a la altura del visualmente emocionante y tecnológicamente original In the Crosswind, pero los letones también están en su derecho a contar su historia a su manera. La memoria puede ser traicionera, y uno de los objetivos del cine es, sin lugar a dudas, convertirse en una crónica que nos ayude a definir, a entender y a construir un futuro a través de la reflexión de los eventos del pasado.

The Chronicles of Melanie es una coproducción de Mistrus Media (Letonia), en coproducción con 8Heads Productions (República Checa) y Inland Film Company (Finlandia).

(Traducción del inglés)