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RÓTERDAM 2017

Rey: el reino perdido

por 

- El director chileno Niles Atallah regresa a Róterdam con una película plagada de simbolismo y experimentación que nos transporta al desaparecido reino de Patagonia

Rey: el reino perdido
Rodrigo Lisboa en Rey

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, la película de Niles Atallah en competición en la sección principal de la 46ª edición del Festival de Róterdam, es la historia de Orélie-Antoine de Tounens, un abogado francés que en el siglo XIX intentó construir el reino de Araucanía, que abarcaba la Patagonia y ciertos territorios de Chile.

El film narra los hechos en cinco capítulos, desde la proclamación del rey hasta su captura y procesamiento por los soldados chilenos. La narración no es lineal, Atallah experimenta con el tiempo y con la materia: utiliza imágenes de archivo, películas en varios formatos que altera con abrasiones y colores, e introduce personajes que llevan máscaras de cartón piedra.

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La elaboración de la película se ha prolongado durante siete años: dos solamente para el estudio de los personajes, otros los han dedicado a escoger las imágenes de archivo (proporcionadas por el Museo EYE de Ámsterdan) y los escenarios. El todo nos presenta el retrato de un personaje complejo que necesita una narración compleja, cargada de matices, que no se ajusta al punto de vista histórico (según el director es imposible plasmar con exactitud lo que sucedió) y muestra la volatilidad de la vida humana, tanto la espiritual como la orgánica: De Tounens debe renunciar al sueño del reino porque su estado de salud se deteriora, al igual que la película, un collage psicodélico que pasa a través de la historia del cine, desde el comienzo hasta hoy, una historia en la historia que alterna la lucidez y la locura, esa inevitable del poder de un rey.

Claramente los súbditos han tenido un papel importante en el largometraje, sobre todo el pueblo mapuche, que todavía reclama esas tierras y cuya lengua forma parte del paisaje sonoro compuesto por Sebastián Jatz Rawicz, otro elemento fundamental de la película. “Las claves para la interpretación son variadas, aparecen entre las intersecciones de lo que sucede, lo que entendemos y lo que queremos que suceda”, explica el director. Son frases que explican lo que vemos (y lo que no vemos); se podría entender como una reflexión sobre la historia y el cine. El paso del tiempo cambia el sentido de las obras de los hombres y nos gustaría que obras como las de Orélie-Antoine de Tounens y de Niles Atallah se conviertieran en objeto de investigación en el futuro, de eso estamos seguros.

La película es una producción de Mômerade (Francia) y Diluvio (Chile), en coproducción con unafilms (Alemania), Circe Films (Países Bajos) y el Doha Film Institute de Qatar, y ha recibido el apoyo del fondo Hubert Bals Fund y del Torino Film Lab. La propia Mômerade se ocupará de las ventas internacionales.

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(Traducción del italiano)

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