email print share on Facebook share on Twitter share on LinkedIn share on reddit pin on Pinterest

BERLINALE 2017 Panorama Special

Hostages: una sorprendente mezcla de thriller y crítica social

por 

- BERLÍN 2017: el cuarto largometraje de Rezo Gigineishvili es a la vez un thriller implacable y una crítica social bien desarrollada y expresada

Hostages: una sorprendente mezcla de thriller y crítica social

En la preparación de la Berlinale, el cuarto largometraje del director georgiano Rezo Gigineishvili, Hostages [+lee también:
tráiler
entrevista: Irakli Kvirikadze
entrevista: Rezo Gigineishvili
ficha de la película
]
, fue uno de los títulos que ha generado más interés antes del festival, sin lugar a dudas en términos de destreza y de efecto cinematográfico.

Concebido para despertar el suspense y la emoción en la audiencia, este thriller sobre un secuestro expone en primer lugar el trasfondo socio-histórico con elegancia y la no demasiado obvia motivación de los personajes con confianza, antes de rematarlos con las escenas de acción más notables del cine europeo contemporáneo.

Basada en hechos reales, la película se ambienta en Tiflis en 1983, donde una veintena de jóvenes pertenecientes a la élite (artistas aspirantes, actores y médicos) sueñan con escapar de su opresiva vida en la Unión Soviética. Sienten que pertenecen al libre mundo de las posibilidades de Occidente, simbolizado por el tabaco Camel y por los discos de los Beatles, e incluso por el derecho a practicar una religión.

Al grupo se le ocurre secuestrar un vuelo comercial que se dirige al resort Batumi del Mar Negro y forzar al piloto a sobrevolar la frontera de Turquía, el país más cercano que no se encuentra bajo el control directo del régimen soviético. Dos de ellos, el joven actor actor Nika (Irakli Kvirikadze) y la bella y sofisticada Anna (Tina Dalakishvili) van a casarse, lo que se convierte en la excusa perfecta para un viaje al mar con sus amigos y en una efectiva cortina de humo para encubrir sus peliagudos preparativos (empaquetar las armas) y deslizarse entre el caos emocional y alcohólico inevitable de una boda georgiana.

Gigineishvili opta por un enfoque impresionista y sitúa al espectador en medio de la boda, con una acertadamente fluida fotografía (en ocasiones voladora) del director de fotografía Vladislav Opelyants (The Student, 12) y un gran montaje a manos de Andrey GamovJaroslav Kaminski (Ida [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Pawel Pawlikowski
entrevista: Pawel Pawlikowski
ficha de la película
]
). El padrino le pide a la banda de música que toque más rápido, y la cámara capta, perceptiblemente, el ritmo ascendiente de la música tradicional, que circula a través de las salas, alrededor de los recién casados y entre los invitados, y entonces sigue a Nika mientras se despide rápidamente de los invitados para después abandonar la casa con su esposa y amigos.

Sin embargo, las malas noticias les aguardan en el aeropuerto: el itinerario ha cambiado y el vuelo se combinará con otro con destino San Petersburgo, lo que implica un avión más grande y más pasajeros de lo previsto. Su ingenuo plan comienza a desmoronarse antes de despegar, y cae en picado hacia un trágico final para ocho pasajeros a bordo, incluyendo tres de los secuestradores. Este largo e impresionante pasaje sumerge al público en una acción inspiradora, fuertemente controlada y sorprendentemente convincente. Además, Gigineishvili y su coguionista, la aclamada novelista y dramaturga Lasha Bughadze, decidieron emplear una situación extrema para arrojar luz sobre algunos puntos esenciales sobre el estatus social de los secuestradores, y sobre por qué arriesgan tanto cuando disfrutan de tantas comodidades.

Coproducida por 20 Steps Production y Kinocompania Nebo (Georgia) y por Inkfilm (Rusia), Hostages será distribuida internacionalmente por WestEnd Films.

(Traducción del inglés)

¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.

Privacy Policy