email print share on Facebook share on Twitter share on LinkedIn share on reddit pin on Pinterest

PELÍCULAS Bélgica / Francia / Suiza

Burning Out: una tendencia global a la locura humana

por 

- El director belga Jérôme Le Maire filma los pasillos de la unidad de cirugía del hospital Sant-Louis, en París

Burning Out: una tendencia global a la locura humana

En su nuevo documental, Burning Out [+lee también:
tráiler
ficha de la película
]
, el director belga Jérôme Le Maire, cámara en mano, pasa más de dos años en la fábrica de cortes y suturas que son los pasillos de la unidad de cirugía del hospital Sant-Louis de París. Allí, los enfermos pasan por el quirófano como si formasen parte de una cadena de montaje, mientras que el personal médico acumula frustraciones a medida que la tensión aumenta.

La película, inspirada en el libro Global Burn Out de Pascal Chabot, trata el mal contemporáneo de la depresión laboral. Jérôme Le Maire elige los catorce quirófanos de este hospital donde tienen lugar entre 8 y 10 operaciones al día.  

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)
Hot docs EFP inside

La cámara va desde la vertiginosa vista de los cielos parisinos hacia el recinto del edificio para recordarnos que este caso, lejos de ser singular, es la ilustración de una tendencia global a la locura humana. La elección de este entorno tiene sentido en varios aspectos. El hospital público, un entorno que hasta ayer se dedicaba en cuerpo y alma al cuidado de las personas, experimenta una transición de servicio público a empresa privada. Cirujanos y anestesistas se ven atrapados, como ya ocurrió con el personal paramédico, por la lógica de los empresarios que dirigen casi la totalidad de las instituciones.  

Jérôme Le Maire, que se tomó un año para hacer reparaciones antes de sacar su cámara, nos propone una mirada circunstancial y empática sobre esta situación, en la que los conflictos violentos entre grupos de profesionales están directamente relacionados con la reorganización del sistema de trabajo en pos de la eficiencia. Lo impactante de Burning Out es la rapidez del proceso de transformación. 

Hombres y mujeres en la flor de la vida hablan de una época pasada como si hubiesen visto pasar tres generaciones. El tiempo del documental permite analizar la situación a medida que los protagonistas expresan en palabras su sufrimiento. Sumergirnos en el pesado ambiente que les rodea nos permite asistir a los momentos de tensión que experimentan y al instante preciso en que estos hombres y mujeres tienen la vida en sus manos.

Después, las escenas y discusiones dejan implícitos los pormenores de esta situación turbulenta, consecuencia de una política económica tan limpia que es inútil explicitar. Así, las reuniones que marcan la película revelan perfectamente los objetivos que se establecen actualmente en un hospital público. Y también desvelan la enternecedora impotencia de las personas que sufren, como aturdidas por este desbarajuste de su universo, frente a una organización que ni siquiera se molesta en tenerlas en cuenta.

Este diálogo no es nuevo y los responsables han empezado a enviar sicarios que enredan los afectos con su verborrea infame y vacía de sentido. Terrible constatación que cuesta creer, ya que es ajena a lo humano. Estos individuos, aplastados por la maquinaria estructural, deberán recorrer un arduo camino moral para retomar este vínculo social deliberadamente roto y recuperar su poder de acción.

La película ha sido producida por At-Production (Bélgica), Zadig Productions (Francia) y Louise Productions sàrl (Suiza), mientras que CAT&Docs se encarga de las ventas internacionales.

En colaboración con

 

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

(Traducción del francés por Carolina Benítez)

¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.

Privacy Policy