27/11/2017 - El nuevo film de Pasquale Scimeca sigue el viaje de dos jóvenes refugiados desde su hogar destruido hasta la costa de Libia

Al cineasta italiano Pasquale Scimeca se le conoce sobre todo por la cinta del 2000 proyectada en Venecia Placido Rizzotto; su último film fue Biagio [+lee también:
crítica
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ficha de la película], estrenado en 2014. Scimeca vuelve ahora con una película muy especial, Balon [+lee también:
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ficha de la película], que acaba de estrenarse mundialmente en la competición del Black Nights de Tallin. Rodada principalmente en el África subsahariana con actores no profesionales, la cinta narra el viaje de dos jóvenes refugiados desde su aldea devastada hasta las barcas que trafican con personas en la costa libia.

El personaje principal, un niño de diez años llamado Amin (el excelente David Koroma), vive en una aldea sumida en la pobreza, en un país no identificado. El pueblo no tiene electricidad ni agua potable; Amin pasa su tiempo jugando al fútbol con los amigos del colegio. Pero hasta esta actividad se hace imposible, pues el último balón de la aldea se ha deshinchado por un pinchazo. Cuando Amin trata de arreglarlo llenándolo de hojas, aparece una milicia y destruye el pueblo. 

Siguiendo el consejo de su abuelo de buscar a un tío que vive en Suecia, Amin y su hermana de 15 años, Isoke (Fatmata Kabia), emprenden un viaje "hacia el norte",  sin saber exactamente dónde está Suecia. Se gastan el poco dinero que tienen en comprar ropa, zapatos y alimentos... Y no tardan en quedarse sin comida ni agua a medida que se adentran en el desierto. Se desmayan, pero afortunadamente les encuentran dos arqueólogos italianos que les dan comida, les llevan en coche hasta Libia y les dan dinero para coger una barca de tráfico de inmigrantes que les lleve a Italia.

Sin embargo, primero acabarán en una cárcel, propiedad de un delincuente que les encierra en una jaula con otros 40 niños y mujeres, esperando reunir suficientes migrantes antes de llevarlos a la costa... 

Balon es, de un lado, una película cruda en la que Scimeca se sirve de no  profesionales; los dos intérpretes principales son realmente brillantes y no tratan de ocultar el hecho de que no son actores. En algunas escenas, las interpretaciones resultan algo torpes, pero la energía y autenticidad de Kabia y Koroma son el verdadero impulso del film.

Del otro lado, esta es una cinta sutil que rechaza la simple función informativa para centrarse en el viaje y los personajes. Podemos aventurarnos a adivinar que proceden de Sierra Leona, pues Amin menciona que es fan del jugador del Chelsea FC Antonio Rüdiger, pero no se dan más detalles geográficos. En vez de eso, el realizador aprovecha al máximo las localizaciones naturales y el contraste entre colores intensos y carreteras polvorientas (y los pies descalzos de los protagonistas), mientras que una buena dosis de música africana nos transporta al mundo de los personajes. Este es un film que nos muestra la otra cara del tema de los refugiados: tanto en ficción como en documentales, solo les vemos después de su llegada a Europa. Balon relata la "primera mitad" de su viaje, tan poco abordada, así como las razones y factores que les empujan a iniciarlo.

Balon es una producción de la compañía afincada en Palermo Arbash, en colaboración con Rai Cinema; las ventas internacionales están a cargo de Coccinelle Film Sales.

(Traducción del inglés)