28/11/2017 - Bruno Bigoni le ha dado voz a un hombre extraordinario que ha puesto nombre a cientos de soldados desaparecidos durante la Segunda Guerra Mundial, entre ellos el padre de Roger Waters de los Pink Floyd

La “lista de Shindler”, como podríamos llamarla en referencia a la película de Steven Spielberg inspirada en el industrial alemán Oskar Schindler, que salvó a cientos de judíos de los campos de exterminio,es una larga lista de soldados desaparecidos durante la Segunda Guerra Mundial a quienes el inglés Harry Shindler ha conseguido poner nombre. A este “cazador de la memoria” está dedicado My War Is Not Over [+lee también:
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ficha de la película], el hermoso documental de Bruno Bigoni estrenado en la sección Festa Mobile de la 35ª edición del Festival de Cine de Turín. 

En 1944 Harry era un soldado raso de apenas veinte años que llegó a Anzio y se dirigió hacia el norte de Italia para luchar contra los nazis. A los 95 años, este veterano de guerra vive en San Benedetto del Tronto. Tras la muerte de su esposa italiana, Shindler dedica sus días a arrojar luz sobre sucesos sin resolver que tuvieron lugar durante el avance aliado en Italia. Después de tanto tiempo siguen llegando llamadas y peticiones de veteranos o familiares que querrían averiguar el destino de un soldado perdido, encontrar la tumba de alguien que luchó en el frente o localizar los restos de un avión o un barco. 

En su documental, basado en un libro del mismo título escrito por Shindler con el periodista Marco Patucchi, Bruno Bigoni (Chi mi ha incontrato non mi ha visto [+lee también:
crítica
tráiler
ficha de la película]) le da voz a un hombre extraordinario y dotado de una gran empatía a través de entrevistas, imágenes de archivo y reconstrucciones rodadas en super-8 para conseguir un tejido visual similar al de aquella época. Con gran rigor, el documentalista milanés enlaza el pasado y el presente y desarrolla una crónica de la memoria exenta de retórica. “Una generación entera ha perdido eso que llamamos ‘juventud’ debido a la guerra”, dice Harry Shindler. “No lo hago para que me den las gracias, sino porque es importante salvaguardar la memoria de los hombres y los hechos de aquellos años que fueron tan importante para la historia de todos nosotros”. 

My War Is Not Over es apasionante como un thriller porque nos muestra la resolución de casos concretos, como el del bombardero británico que despegó de Foggia y desapareció en el mar en el otoño de 1944. A bordo iba el soldado australiano Bob Millar quien, como Shindler descubrió, era en realidad Gabo Adler, un judío húngaro y agente secreto del ejército británico fusilado por los alemanes al norte de Roma. 

Y un poco más tarde llega también una primicia: la reconstrucción de las horas finales de Eric Fletchter Waters, un teniente inglés caído en febrero de 1944 en las marismas de Aprilia. Roger Waters, el legendario fundador de Pink Floyd, siempre había sabido que su padre murió en combate, pero no dónde o cuándo. Gracias a Shindler, Waters tiene un lugar donde honrar la memoria de su padre.

Altamarea Filmse encarga de la distribución de My War Is Not Over, producido por Proxima con la colaboración de la Lombardia Film Commission - Film Fund y la Región Lombardía.

(Traducción por Eva González)