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SUNDANCE 2018 Competición World Cinema Dramatic

Crítica: Butterflies

por 

- El tercer largometraje del turco Tolga Karaçelik, director de Ivy, combina comedia y drama con pasión y gracia, si bien también con cierta descompensación

Crítica: Butterflies
Tuğçe Altuğ, Tolga Tekin y Bartu Küçükçağlayan en Butterflies

Turquía cuenta con una enorme industria cinematográfica y televisiva que nunca logra llegar a públicos internacionales, probablemente debido al hecho de que sus productos rara vez consiguen traducirse a espectadores oriundos de otros lugares que no comparten las referencias culturales más inmediatas. La película que nos ocupa, sin embargo, contiene un buen puñado de momentos genuinamente divertidos y, por tanto, universales que trascienden la barrera del idioma. Butterflies [+lee también:
tráiler
ficha de la película
]
es el tercer largometraje escrito y dirigido por Tolga Karaçelik (Ivy [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Tolga Karaçelik
ficha de la película
]
) y acaba de estrenarse a escala mundial en la Competición World Cinema Dramatic del festival de Sundance.

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Al cabo de 30 años de ausencia, un padre llama a sus tres hijos para que lo visiten urgentemente a su pueblo natal. Cemal (Tolga Tekin, from The Swaying Waterlily) es un astronauta afincado en Alemania, amargado porque entrena a su tripulación a sabiendas de que no puede mandarlos al espacio; su hermano menor, Kenan (Bartu Küçükçağlayan), trata de labrarse una carrera como actor pero apenas consigue doblar vídeos de gatos, y la más pequeña de los tres, Suzan (Tuğçe Altuğ), no es capaz ni de dejarle caer a su marido que lo quiere abandonar porque éste no deja de quejarse de su trabajo.

La primera mitad de la película es, esencialmente, una road movie; en ella, los tres protagonistas, reunidos después de tantos años, van en coche hacia el pueblo y se van conociendo mejor. Al llegar allí, descubren que su padre murió dos días antes. En su casa encontrarán su testamento, en el que se les pide que lo entierren "cuando lleguen las mariposas": un leitmotif propio del realismo mágico que se refiere a un cuento que su madre solía contarles de pequeños. 

Karaçelik mezcla hábilmente momentos de comedia de costumbres con toques absurdos; sirvan de ejemplos el pollo que explota o el imam del pueblo que atraviesa crisis de fe en los momentos más inoportunos. A su vez, los aspectos trágicos de la historia, como son la oscura descripción del suicidio de la madre o las razones para el distanciamiento familiar, no se exploran enteramente, lo que deja en el espectador la sensación de que le falta algo importante al lado emocional de la película.

Sin embargo, las interpretaciones de los tres actores principales, el impecable tempo de Altuğ, la encantadora comedia física de Küçükçağlayan y el equilibrio entre lo absurdo y lo solemne en Tekin no permiten que perdamos ripio de la trama y nos ayudan a conectar con ella. La fotografía de Andaç Şahan juega muy bien con la luz natural y el montaje de Evren Luş marca un tempo seguro y sin estridencias, con algunos momentos de mayor inventiva. La banda sonora de Ahmet Kenan Bilgiç mezcla tintes melancólicos con canciones populares y folclóricas de Turquía, empleadas intradiegéticamente, dando dinamismo a la cinta, que, a fin de cuentas, mantiene el interés y resulta placentera tras sus dos horas de metraje, por mucho que los elementos dramáticos no se desarrollen en su máxima potencia. 

La turca Karaçelik Film produce y administra las ventas internacionales de Butterflies, que distribuirá en Turquía Chantier Films.

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(Traducción del inglés)

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