17/07/2003

El idioma anglosajón no parece traer buena suerte a los directores daneses, por lo menos en los últimos tiempos. Lo ha sufrido Lars Von Trier's enésimo caso de una serie que no conoce una inversión de tendencia, que con su Dogville [+lee también:
tráiler
ficha de la película] ha recaudado, en 5 semanas de permanencia en las clasificaciones de las películas más taquilleras, un éxito muy inferior al que se esperaba.
80.000 entradas vendidas en las 27 salas del País (solo 2.215 en la última semana), es el resultado, para nada impresionante, del primer episodio de la “trilogía americana” de Von Trier. Si en las taquillas de Copenhague la película se ha mantenido estable en cuarta posición, desde las grandes ciudades del oeste (Esbjerg, Herning y Hostebro especialmente) llegan, según el distribuidor Nordisk Film Biografdistribution, reacciones más frías.
Cautos los comentarios del Danish Film Institute que además de atribuir las deserciones al buen tiempo que empuja a los daneses a alejarse de la ciudad, ve como principales causas las dificultades de la película y el idioma extranjero; más positivos los comentarios del Nordisk Film Biografdistribuition, que se sentiría satisfecho si lograse alcanzar la cuota de 120.000 presencias en las salas.
La balanza sigue pesando sobre los semi –fracasos de los debut anglohablantes de Thomas Vinterberg (It’s all about love), Soren Kragh – Jacobsen (Skagerrak), Nicolas Winding Refn (Fear X) y Lone Scherfig (Wilbur wants to Kill himself), comparados con el 30 por ciento de share del mercado doméstico cubierto por las 400.000 entradas registradas por Inheritance de Per Fly y los 200.000 de Move me de Morten Arnfred.

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(Traducción del italiano)