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BERLINALE 2019 Panorama

Crítica: A Dog Barking at the Moon

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- BERLÍN 2019: El logrado debut en el largometraje de la guionista y directora Xiang Zi pinta un retrato algo surrealista de una familia china contemporánea con esqueletos en el armario

Crítica: A Dog Barking at the Moon

Al tratarse de una coproducción china-española, resulta razonable suponer que la película de Xiang Zi, A Dog Barking at the Moon [+lee también:
tráiler
ficha de la película
]
(“Un perro ladrando a la luna”), debe su título a la famosa pintura de Joan Miró. El perro del cuadro ladra a la luna, que por su parte se muestra bastante indiferente. Hay una escalera vacía en un rincón y un pájaro poco definido en movimiento, que probablemente ha sido espantado. Los personajes no parecen interactuar, sino que es como si todos hubieran acabado dentro del mismo marco.

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Del mismo modo, se produce una gran pérdida de interacción y comunicación en la obra debut de la cineasta china Xiang Zi, proyectada en la sección Panorama de la 69ª edición de la Berlinale y que produjo junto a su marido, el barcelonés José Val Bal, que también se encargó de la fotografía. Se aprecian algunos elementos autobiográficos, como el hecho de que una de las protagonistas, Xiaoyu, vuelva a China casada con un europeo para visitar a su familia. En realidad, puede que las palabras “familia” y “visitar” sean demasiado optimistas para esta situación; vemos a un padre resignado (en todos los sentidos de la palabra), a una madre despreciable y a una hija que cada vez está más perpleja, todos ellos distanciándose dentro del marco en el que la vida los ha confinado. 

A medida que las puertas del armario se van abriendo poco a poco, los esqueletos empiezan a salir; la atracción del padre hacia personas del mismo sexo ha causado gran conmoción en la familia, así como el aborto espontáneo de la madre antes del nacimiento de su hija, en gran parte porque el bebé iba a ser un niño. “Una adivina me dijo una vez que mi propia hija se convertiría en mi némesis” es una frase que la madre repite como un disco rayado. Además, acaba de unirse a un culto “budista” y dedica la mayor parte del tiempo y del dinero a una inquietante causa, que parece de todo menos budista en su intolerancia a la opinión y al libre pensamiento. 

Con extrema sutileza, el guion de Xiang Zi arroja luz sobre tradiciones y cuestiones complejas recientes y actuales, sin ir más lejos la llamada “política del hijo único”, que estaba en vigor cuando Xiaoyu nació y que no fue abolida hasta hace unos pocos años, el deseo general de todos los padres chinos de tener un hijo varón que conservara el apellido familiar, y, por supuesto, el delicado tema de la homosexualidad en la China moderna. Es posible que algunos de los espinosos temas que se abordan en la película supongan un desafío para la distribución china de la película y que expliquen la participación europea. Al menos a día de hoy no es necesario presentar el guion completo de la película a los organismos censores, sino que es suficiente con la sinopsis. En el caso de esta película, parece que han aprobado una historia que merece ser contada. 

Y ser vista. Rodada en tan solo 18 días, A Dog Barking at the Moon constituye una obra realmente lograda, rodada, interpretada y construida por todo el equipo con gran maestría. El argumento no lineal de la película permite incluir instantáneas del pasado y arrojar algo más de luz sobre cómo las cosas se han convertido en lo que son ahora. Es una obra desenfadada, pero también oscura y, en ocasiones, muy surrealista, como el cuadro de Miró, pero también es una película divertida, triste, hilarante y tierna que invita a la reflexión. Otra coproducción entre China y España sería más que bienvenida.

A Dog Barking at the Moon está producida por la china Acorn Studio y coproducida por la española Granadian.

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(Traducción del inglés por Inés Seller)

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