04/03/2019 - El debut de Predrag Ličina es una sátira política trepidante que se presenta como película de zombis

Hristina Popović, Krešimir Mikić y Tihana Lazović en The Last Serb in Croatia

El año promete para el cine croata para el gran público. Tras una distribución en salas bastante exitosa para el drama político y satírico de Vinko Brešan What a Country! [+lee también:
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ficha de la película], la siguiente en la cola es la comedia de zombis escrita por el primerizo Predrag Ličina, titulada The Last Serb in Croatia [+lee también:
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ficha de la película]. La cinta se estrenó en Croacia el 28 de febrero, un día antes de su estreno festivalero en Serbia, en el FEST de Belgrado. Es probable que el film tenga por lo menos un éxito moderado en ambos países, así como en la región de la antigua Yugoslavia.

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Estamos en el futuro próximo, siete años después de la quiebra total de Croacia. La población ha caído a 2,5 millones, mientras que las diferencias de clase se han hecho más pronunciadas. Una minoría de ciudadanos acaudalados pueden disfrutar las ventajas de la buena vida, mientras que la mayoría de gente tiene que rebuscar en la basura y pedir en la calle para sobrevivir. Sin embargo, todos "disfrutan" una serie de blockbusters de superhéroes titulada Task: Impossible, que cuentan las aventuras de la heroína nacional(ista) Hrvojka Horvat (la actriz serbia Hristina Popović). 

Cuando conocemos a nuestro improbable héroe, Mićo (Krešimir Mikić), parece que está en la cima de este mundo despiadado, pues es asquerosamente rico y muy arrogante. Pronto, tras el comienzo de una epidemia, le muerde su cita, que se ha convertido en zombi, así que acaba en un hospital en el que conoce a su ídolo, Hrvojka —o más bien, a la hastiada actriz Franka Anić, que interpreta el papel de Hrvojka—, un skinhead neonazi llamado Maks (Dado Ćosić) y una misteriosa mujer de negocios llamada Vesna (la estrella emergente Tihana Lazović). Todos deciden ir al campo, cerca de la frontera bosnia, donde creen que tendrán más posibilidades de sobrevivir. 

Sin embargo, Mićo todavía no ha comenzado a transformarse, a pesar de que le mordieron hace horas. La respuesta al misterio sale pronto a la luz, cuando el grupo llega a un ppueblo habitado por una familia de la minoría serbia. Resulta que los serbios, Mićo incluido, son inmunes al virus. Nuestros héroes no pueden salir del país, que está rodeado por una verja, pero logran llegar a un campamento de refugiados dirigido por una doctora eslovena llamada Jana (Judita Franković). Mientras tanto, un equipo de intervención ubicado en Suecia recibe la misión de encontrar una cura...

Exceptuando la parte en la que buscan una solución y el famoso discurso antiglobalización de que "el agua es el mayor tesoro que existe", la trama es la habitual en este tipo de películas, y no es la prioridad de Ličina. No es sino un marco para una serie de observaciones inteligentes y provocadoras sobre los estereotipos nacionales y los sentimientos nacionalistas de los pueblos de la antigua Yugoslavia. Ličina trata de realizar esta premisa con una batería de bromas verbales y visuales que no siempre dan en el clavo, incluso entre un público bien informado, pues a veces requieren conocimientos específicos de una subcultura concreta, algo que resulta esperable en un director con experiencia en videoclips. La película comienza de forma prometedora, pero el ritmo decae hacia el final, aunque no de forma dramática. El reparto estelar ayuda mucho, así como el maquillaje sencillo y los efectos especiales de Miroslav Lakobrija, pero la identidad visual de la cinta queda acorralada entre su bajísimo presupuesto y su ambición, pues claramente aspira a parecerse al cine de género contemporáneo de Europa Occidental y Estados Unidos. 

The Last Serb in Croatia es una coproducción serbocroata de Kinorama y Art&Popcorn. Los derechos internacionales están disponibles.

(Traducción del inglés)