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LOCARNO 2019 Competición

Crítica: Les Enfants d'Isadora

por 

- El francés Damien Manivel aúna sus dos grandes pasiones, el cine y la danza, para crear un film coreográfico riguroso y fascinante

Crítica: Les Enfants d'Isadora
Manon Carpentier y Marika Rizzi en Les Enfants d’Isadora

De regreso en el Festival de Cine de Locarno tras la mención especial que recibió en la sección Cineasti di Presente en 2014 por Un jeune poète [+lee también:
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, Damien Manivel lleva a la muestra una cuarta película, Les Enfants d'Isadora [+lee también:
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, una obra exigente y muy personal que estaba claramente destinado a dirigir.

Mientras que el director y bailarín Damien Manivel no se había atrevido, hasta ahora, a poner la danza en el centro de sus películas, su cine siempre había estado marcado por la presencia de estas dos disciplinas de su vida, generando imágenes tan rigurosas y elusivas como el propio arte de la danza. Con Les Enfants d'Isadora, que ha sido seleccionada en la competición internacional, el director galo se centra directa y explícitamente en la danza, y más en particular, en la extraordinaria y revolucionaria bailarina y coreógrafa Isadora Duncan.

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A través de su recreación personal de la pieza de Duncan "Mother", que ella creó tras la trágica muerte de sus dos hijos en 1931, Manivel trata de aproximarse a la compleja personalidad de la coreógrafa. Les Enfants d'Isadora es a un tiempo un homenaje a una mujer libre y atípica que revolucionó la historia de la danza y un intento de recrear, a través de imágenes, la sensación de pérdida y vacío que exuda la conmovedora coreografía de Duncan. Este film es una obra compleja que implica una exhaustiva comprensión de ambas formas de arte, la danza y el cine, que coexisten en armonía en la película, sin que ninguna eclipse en ningún momento a la otra.

El realizador filma la cinta como si él mismo fuera un coreógrafo, tanto por la estructura general de la historia como por la forma en que captura los movimientos de sus personajes; movimientos que oscilan entre lo cotidiano y lo majestuoso. Un primer plano de un pie descalzo que se desliza bajo un edredón, un dedo que recorre las palabras de un libro o el reflejo de un cuerpo en un espejo, desdoblando su significado... Cada detalle, magnificado y alargado en el tiempo, adquiere un nuevo significado y se ve enriquecido por muchos matices diferentes. El ritmo lento y la precisión con la que Damien Manivel observa este pequeño mundo es casi desconcertante y terrorífico, recordando a un enfoque cinematográfico oriental que al público no le resultará familiar. Como si fuera un cuerpo de posibilidades infinitas en sí misma, la cámara vuela sobre los edificios y se abre camino por las vidas privadas de los protagonistas para desenterrar sus misterios, que luego rescribe en su propio lenguaje.

Les Enfants d'Isadora se estructura en tres partes —como si fuera una pieza de coreografía—, bailadas por tres cuerpos muy distintos entre sí, pero habitados por los mismos sentimientos: los que Isadora Duncan desveló en su obra "Mother". La primera parte está puntuada por una voz en off que lee pasajes de la biografía de Duncan y está protagonizada por la enigmática Agathe Bonitzer, que trata de afrontar la coreografía de la pieza; en la segunda, una coreógrafa (Marika Rizzi) y una bailarina con síndrome de Down (Manon Carpentier) preparan un espectáculo y la ejecución de "Mother"; y en la última, a una señora mayor (la coreógrafa estadounidense Elsa Wolliaston, protagonista del corto de Manivel La dame au chien) se le saltan las lágrimas con la pieza de danza.

Unir estos tres momentos es el poder de los cuerpos, que se expresan casi a pesar de sí mismos, acariciando suavemente los fantasmas que los siguen atormentando. A pesar de sus diferencias individuales, cada una de estas mujeres llega a encarnar a Isadora, compartiendo su dolor y su complejidad, comunicando una parte distinta de su personalidad. Según Isadora Duncan, "cada una de nosotras debe encontrar su propia forma de moverse, nuestra propia forma de hacer las cosas". Damien Manivel sin duda lo ha comprendido.

Les Enfants d'Isadora es una producción de MLD Films, coproducida por el Festival de Cine de Jeonju; Shellac están a cargo de las ventas internacionales.

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(Traducción del italiano)

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