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VENECIA 2019 Fuera de competición

Crítica: Adults in the Room (Comportarse como adultos)

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- VENECIA 2019: Costa-Gavras dirige una película política, irónica y edificante sobre los poco exitosos intentos de Grecia por influir en la troika europea durante la crisis de deuda del 2015

Crítica: Adults in the Room (Comportarse como adultos)

A los 86 años, Costa-Gavras no ha perdido en absoluto su mordacidad, ni sus convicciones políticas humanistas, que ha mostrado con brillantez a lo largo de su prolífica carrera cinematográfica, desde La Confesión, pasando por Desaparecido o Z, que denunciaba la Dictadura de los Coroneles en Grecia y obtuvo cinco nominaciones y dos premios Óscar en 1970. En esta ocasión, vuelve a tratar un tema de actualidad ligado a su país natal, la crisis de la deuda griega de 2015 y las negociaciones tormentosas durante los meses de gobierno (de izquierda “radical”) de Alexis Tsipras que dieron poder a la Troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional), una situación que el cineasta considera una variación moderna del totalitarismo, velada pero despiadada.

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De Atenas a Bruselas, pasando por París, Londres y Fráncfort, Adults in the Room (Comportarse como adultos) [+lee también:
tráiler
entrevista: Costa-Gavras
ficha de la película
]
, estrenada Fuera de Competición en la 76ª edición de la Mostra de Venecia, nos guía por los entresijos de las grandes decisiones europeas, siguiendo los pasos del combativo ministro griego de Economía, Yanis Varoufakis (Christos Loulis), cuyo libro Comportarse como adultos: Mi batalla contra el establishment europeo, ha adaptado el director. Varoufakis, un economista sin experiencia política, elegido para el puesto por el primer ministro Tsipras (Alexandros Bourdoumis) en la locura de la victoria electoral del partido Syriza el 25 de enero de 2015, quiere conseguir acreedores de su país, una reestructuración de la deuda griega y planes de reformas sostenibles, ya que la austeridad impuesta durante los cinco años anteriores no ha hecho más que agravar la situación (la deuda ha crecido del 6 % hasta los 473 mil millones de euros, mientras que la renta nacional ha caído un 26%). No es un ingenuo (lleva su carta de renuncia en el bolsillo) y, consciente de que sus adversarios no le regalarán nada, espera obtener un compromiso y persuadir a sus interlocutores. Pero en los encuentros bilaterales de las reuniones del Eurogrupo descubrirá que se encuentra ante un muro infranqueable, cuya base es su homólogo alemán Wolfgang Schäuble (Ulrich Tukur), respaldado en primera línea por el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem (Daan Schuurmans). Un duelo de uno solo contra muchos (Christine Lagarde, Mario Draghi, Pierre Moscovici, etc.) donde Yanis deberá batallar por una palabra en un comunicado, soportar la duplicidad de algunos frente a los medios de comunicación omnipresentes, preparar en secreto un plan B en caso de salir del euro, evitar el cierre de los bancos griegos, sentir el peligroso aliento de la caída de la bolsa y navegar entre las maniobras del entorno de Tsipras para saber si conserva la confianza de este último (que se juega la supervivencia política), frente a un bloque europeo que reclama la cabeza del ministro rebelde. Finalmente, constata que el ser humano tiene muy poco peso en Europa frente a las imposiciones financieras.

De una materia que podría resultar árida (cifras, hombres trajeados en torno a grandes  mesas de reuniones, etc.), Costa-Gavras consigue hacer una película apasionante, instructiva y, sobre todo, divertida con una interesante ironía que acompaña los matices de esta nueva versión de David contra Goliat (donde gana el segundo). Un ligero desajuste reforzado por la música sirtaki de Alexandre Desplat y por algunas secuencias surrealistas (Tsipras encerrado en un laberinto por los otros dirigentes europeos, miríadas de cifras tumultuosas en el BCE). Desde luego, la película está comprometida con una serie de ideas y algunos pueden pensar que se trata de una sátira demasiado parcial, pero nada más lejos de la realidad… Lo cierto es que Adults in the Room (Comportarse como adultos) pone sobre la mesa, con inteligencia, situaciones que los iniciados prefieren ocultar con el pretexto de que “la gente común no puede tomar decisiones en materias económicas complejas”. Y, ¿qué mejor que un griego y un cineasta de la talla de Costa-Gavras para exponer las diferentes facetas de esta cuestión democrática?

Adults in the Room (Comportarse como adultos) ha sido producida por KG Productions y coproducida por France 2 Cinéma, Wild Bunch y la compañía griega Odeon. Elle Driver gestiona las ventas internacionales.

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