Crítica: Moments of Resistance
- Jo Schmeiser examina la necesidad de la resistencia ante la injusticia, dibujando con éxito una línea paralela entre la II Guerra Mundial y la actualidad
Cada período histórico presenta una serie de acontecimientos e ideologías ante las que es necesario resistir, y la resistencia contra el abuso o la represión es una obligación ética para cualquier ciudadano responsable en una sociedad civilizada. En su nuevo documental ensayístico, Moments of Resistance, la realizadora austríaca Jo Schmeiser intenta establecer un paralelismo entre los gloriosos días de la resistencia antinazi, a finales de los años 30 y principios de los 40, y los movimientos contemporáneos que desafían al capitalismo, el patriarcado y el racismo como las principales formas de injusticia que amenazan a la sociedad. La película acaba de tener su estreno mundial en la Viennale.
Schmeiser combina varios enfoques y técnicas diferentes, condicionados en gran medida por los diversos materiales que utiliza en la película. La realizadora entrevista directamente a miembros de la sociedad civil contemporánea, que presentan ante la cámara sus puntos de vista y las acciones que llevan a cabo en sus organizaciones (desde ayuda humanitaria y legal para refugiados hasta clases de defensa personal para mujeres migrantes). Por otro lado, a falta de testigos vivos del pasado, Schmeiser se apoya en declaraciones grabadas entre la década de 1980 y principios de los 2000. Con inteligencia y buen gusto, la directora combina estas grabaciones con imágenes de personas trabajando en las fábricas y los campos, destacando el pasado de clase y las opiniones políticas de los miembros de la resistencia antinazi. Schmeiser también presenta materiales procedentes de los Archivos de la Resistencia austriaca en Viena, por lo que podemos ver algunas de las cartas que los miembros de la resistencia se enviaban entre ellos y a sus familias antes de ser ejecutados, además de folletos escritos a mano, canciones y poemas, como el que abre la película: Our Town Is Burning, de Mordechai Gebirtig (1938), traducido del yiddish.
La conexión entre las dos formas de resistencia no resulta siempre tan obvia, ya que los métodos para ejercer presión han cambiado drásticamente a lo largo de los años, por lo que los espectadores tienen la tarea de encontrar las similitudes y diferencias por sí mismos. Sin embargo, Schmeiser logra superar esa brecha gracias a uno de los personajes: una mujer argentina de mediana edad que fue presa política durante la dictadura militar y que ahora trabaja en el sector civil austriaco. Su testimonio y sus consejos sobre cómo solidarizarse con los compañeros de prisión se convierten en una pieza crucial del rompecabezas que ofrece la película. La otra conexión es la presencia predominante de mujeres en los movimientos sociales, tanto en el pasado como en la actualidad, destacando la igualdad de género como un objetivo a largo plazo que aún no se ha logrado por completo.
Schmeiser consigue comunicar un mensaje claro a través de una película importante y oportuna. Sus habilidades técnicas son impresionantes, al igual que su meticuloso método de trabajo. De hecho, incluso la manipulación del material de archivo (las grabaciones de audio han sido restauradas en postproducción y algunos de los objetos filmados aparecen en diferentes contextos) logra que el producto final se vea especialmente pulido. La directora llevó a cabo este trabajo con la ayuda de numerosos colaboradores y un equipo técnico reducido, en el que destacan la directora de fotografía Sophie Mantigneux y el montador Michael Palm, que realizan un gran trabajo al combinar todos los materiales de una forma impactante y coherente.
Moments of Resistance es una producción de la propia Jo Schmeiser junto con la austríaca Plaesion Film und Vision. Sixpack Film se encarga de las ventas internacionales.
(Traducción del inglés)