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Crítica: Los dos papas

por 

- La dramática resignación del Papa Benedicto XVI se convierte en una inesperada comedia sobre dos amigos en las manos de Fernando Meirelles

Crítica: Los dos papas
Anthony Hopkins y Jonathan Pryce en Los dos papas

En el año 2013, el Papa Benedicto XVI se convirtió en el primer líder de la Iglesia Católica en renunciar en los últimos 600 años. La decisión de reemplazar al papa alemán por el argentino Francisco se presentó en los medios de comunicación de todo el mundo como una señal de que la Iglesia Católica se alejaba del enfoque estricto y tradicional de Benedicto hacia un futuro más liberal, global y progresista. Los dos papas [+lee también:
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entrevista: Fernando Meirelles
ficha de la película
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, basada en una obra de teatro de Anthony McCarten, argumenta que este análisis es demasiado simplista, sugiriendo que los dos hombres no son realmente tan distintos.

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Curiosamente, la adaptación cinematográfica presenta un tono mucho más ligero que la versión teatral, empleando la comedia y el sentimiento de fraternidad para resaltar la humanidad de los dos personajes. La cinta se sustenta principalmente en las formidables interpretaciones de dos grandes actores galeses. Anthony Hopkins da vida a Benedicto, mientras que Jonathan Pryce se mimetiza con el Papa Francisco, dotándolo de una extravagancia y atractivo que resultan encantadores. Cabe mencionar que ambos intérpretes han recibido nominaciones al Golden Globe por su trabajo. Por otra parte, la historia se construye sobre cuatro pilares principales: la amistad, la moda, la comida y el fútbol.

La decisión de sentar a Fernando Meirelles (El jardinero fiel [+lee también:
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) en la silla del director supuso, entre otras cosas, poner el foco en el pasado de Francisco, cuando todavía era conocido por su nombre de nacimiento, Jorge Mario Bergoglio. El actor Juan Gervasio Minujín interpreta al Cardenal Bergoglio durante los flashbacks sobre su juventud en Argentina. Tiene sentido que sea otro actor el que dé vida al Papa Francisco durante esas escenas, ya que por aquel entonces era un hombre completamente diferente al que conocemos. Durante su juventud Bergoglio era una figura bastante odiada en Argentina, muy criticado por no proteger al clero de la junta militar, una reputación que aún lo persigue en su tierra natal. Por otro lado, Benedicto tan solo aparece representado como un octogenario, y su fracaso a la hora de lidiar con los casos de pedofilia en la Iglesia Católica apenas se menciona en la película, sin llegar a profundizar en el tema.

La mayor parte de la película consiste en una serie de conversaciones imaginadas entre Benedicto y Francisco, con diálogos ingeniosos, ágiles y bien planteados. La ironía de la historia reside en que, cuando se conocen por primera vez, es Francisco el que quiere renunciar. Los dos hombres discuten sobre grandes temas, pero de una forma diseñada para no ofender nadie. Un planteamiento gentil que, por otra parte, puede generar muchas críticas dado el historial reciente de la Iglesia Católica.

La razón principal por la que Los dos papas funciona tan bien es porque trata un tema difícil de una forma atractiva para el gran público. Se necesita mucha astucia para crear escenas de comedia observacional tan agudas. La comida, la moda y el fútbol se utilizan para presentar ciertos argumentos y resaltar las diferencias culturales entre ambos, como ocurre en la vida real. En ese sentido, la película no evita los temas complejos, pero tan solo se limita a rozarlos. Meirelles logra capturar algo importante en la era de las noticias falsas: el hecho de que cuando rascamos bajo la superficie, la verdad no suele ser blanca o negra.

Los dos papas es una coproducción entre Estados Unidos, Italia, Argentina y Uruguay. Dan Lin, Jonathan Eirich y Tracey Seaward han producido la cinta para las estadounidenses Rideback y Netflix, con la producción ejecutiva de Mark Bauch. Las otras compañías involucradas son la italiana Lotus Production (parte de Leone Film Group), la argentina K&S Films y la uruguaya Oriental Features.

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(Traducción del inglés)

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