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BERLINALE 2020 Berlinale Special

Crítica: Minamata

por 

- BERLINALE 2020: Ni la boina de Johnny Depp salva la tosca película de Andrew Levitas

Crítica: Minamata
Minami y Johnny Depp en Minamata

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, de Andrew Levitas, proyectada en la sección Berlinale Special Gala de la 70ª edición del Festival Internacional de Cine de Berlín, no tiene nada de “especial”. La película, ambientada en 1971 y basada en una historia real, intenta mostrar las luchas de W. Eugene Smith (Johnny Depp), un conocido fotógrafo de guerra que intenta no morir de alcoholismo, hasta que su inesperado encuentro con el traductor japonés Aileen (Minami) lo cambia todo. Aileen tiene una bomba: información sobre la denominada “enfermedad de Minamata”, llamada así por la ciudad cuyos habitantes están sufriendo las terribles consecuencias del envenenamiento por mercurio. La Chisso Corporation, responsable de contaminar durante años sus suministros de agua, se niega a reconocer los hechos.

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Es una historia interesante contada en una película muy desafortunada, donde Levitas siempre elige el camino más sentimental o diálogos repletos de clichés en cada conversación entre el “Gene” de Depp y su (cómo no) sufrido editor, interpretado por Bill Nighy. Aunque Depp, tras una serie de torpes intentos, consigue algo parecido a un papel, sigue sin acertar en la elección. Desde la primera escena, vemos a un “héroe improbable”, con una barba falsa al estilo Papá Noel, voz de Jack Sparrow cuando está ebrio, y que hace fotos en un arranque de locura confusa, mientras escucha “I’d Love to Change the World”. Algo que, francamente, podría considerarse un spoiler.

Después de haber gastado millones en interpretar a Hunter S. Thompson, es fácil ver lo que le atrajo del proyecto: al actor le gustan los pícaros. Pero no resulta convincente el repentino cambio de actitud de Smith, simplificado en un “Estoy harto”, y seguido del consejo a Nighy de “olvidar esas fotografías de guerra malas”, sólo para dejar todo y volar a Japón cinco minutos después. Tampoco convence su problemática de fondo, ejemplificada con algunos flashbacks en blanco y negro (bastante apropiados, teniendo en cuenta la estética elegida por Smith). El problema reside en que Levitas, mientras se recrean las famosas grabaciones, bastante hábiles, no añade nada nuevo. En todo caso, las carga de escenas tediosas, interpretadas por los actores secundarios.

Aunque no es Diré tu nombre, de Sean Penn, que tampoco es decir mucho, Minamata es otra película torpe sobre un tema serio, como muchas de las que se proyectan en los festivales en la actualidad. Por no hablar de que es una oportunidad perdida de decir algo sobre un tema que no ha perdido importancia y que, de hecho, se ha vuelto urgente. Y si, como se dice en la película, cada foto no sólo roba el alma del tema, sino también la del fotógrafo, aquí no hay alma que robar.

Minamata es una coproducción entre el Reino Unido y Estados Unidos, llevada a cabo por Metalworks Pictures, en asociación con Infinitum Nihil, Windhorse Entertainment, Magnolia Mae Films UK, Limited, Head Gear Films, Metrol Technology y Lipsync. HanWay Films gestiona las ventas internacionales.

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(Traducción del inglés)

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