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BERLINALE 2020 Forum

Crítica: La casa dell’amore

- BERLINALE 2020: Lo nuevo del italiano Luca Ferri, protagonizado por una prostituta transexual, es un elogio al amor como único antídoto para vencer a la soledad

Crítica: La casa dell’amore
Bianca Dolce Miele en La casa dell’amore

El cineasta italiano Luca Ferri cierra su Trilogia dell’Appartamento con su nueva película La casa dell’amore [+lee también:
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, estrenada en la sección Forum de la 70ª edición del Festival de Berlín. Su trilogía, situada a camino entre el género documental y el cine fantástico, está protagonizada por personajes excéntricos que se encierran voluntariamente en sus domicilios para hablar de sus filias, o llevar a cabo sus fantasías fetichistas. Tras Pierino [+lee también:
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y Dulcinea [+lee también:
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, su última entrega plasma el día a día de una prostituta transexual de treinta y nueve años en la casa donde vive y recibe a sus clientes.

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Ubicado en el barrio obrero Quarto Oggiaro de Milán, cerca de la autopista, el domicilio de Bianca (Bianca Dolce Miele) es una especie de portal mágico. Un lugar con tanta energía que permite a sus huéspedes –clientes, amigos o su pareja Natasha (Natasha De Castro)– mostrarse al mundo como realmente son, retirándose sus máscaras, e imposiciones sociales. Al igual que el film Casa Roshell de la chilena Camila José Donoso, también estrenado en Forum de la Berlinale años atrás, La casa dell’amore retrata un refugio clandestino al que acuden personas marginadas por la sociedad para amar y ser amados. En ambos largometrajes la cámara nunca sale del recinto, y embellece tanto el lugar como a los visitantes y sus prácticas.

Los directores de fotografía del film de Ferri, Pietro de Tilla y Andrea Zanoli, transforman un apartamento de extrarradio en un lugar de pura fantasía. Las exquisitas imágenes, rodadas en 4:3, descubren una casa habitada siempre en la penumbra, iluminada las veinticuatro horas del día con la luz natural que mana de las velas. Esa ilusión visual y la falta de elementos de última tecnología en el domicilio provocan que el tiempo se detenga entre esas cuatro paredes. La caracterización atemporal de la película –con la que ya experimentó el cineasta en su película anterior Dulcinea– intensifica la dimensión mágica del lugar.

Día tras día, Bianca y su gato negro esperan con ansia cualquier visita, o llamada telefónica que les permita transformar su soledad en una nueva forma de amor. La casa dell’amore define el amor –ya sea carnal o espiritual– como el único antídoto para vencer los demonios interiores. La película, que abre con la cita del escritor y poeta italiano Sandro Penna “La ternura siempre nos cuenta algo nuevo”, seguida de la narración de dos pasajes del Nuevo Testamento en los que Jesús se apiada de las prostitutas, nos invita a enamorarnos de la ternura de esa mujer nacida para amar y ser deseada.

La casa dell’amore ha sido producida por las italianas Effendemfilm, Lab80, Enece Film, Start y Prima Luce. La compañía británica Taskovksi Films está a cargo de las ventas al extranjero.

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