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HAUGESUND 2020

Crítica: My Rembrandt

por 

- El documental de Oeke Hoogendijk es una obra divertida sobre los entusiastas de Rembrandt

Crítica: My Rembrandt

El documental de Oeke Hoogendijk, My Rembrandt [+lee también:
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, se proyectó en el principal programa del Festival Internacional de Cine de Noruega de este año en Haugesund. La documentalista, nacida en Ámsterdam, se le conoce por su anterior obra The New Rijksmuseum de 2014, que siguió la renovación a gran escala del mundialmente famoso Rijkmuseum en Ámsterdam a lo largo de diez años. My Rembrandt tuvo su estreno mundial en la edición de 2019 del Festival Internacional de Cine de Noruega.

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¿Qué esconden las obras maestras de Rembrandt, uno de los maestros de la edad de oro holandesa? ¿Cómo afectan a las personas que las poseen? ¿Por qué siguen siendo tan importantes estos cuadros? Estas son las principales preguntas a las que la obra de Hoogendijk trata de encontrar respuesta, y para ello, elige seguir a un grupo de coleccionistas de arte que comparten una pasión, en distinta medida y por diferentes razones, por la obra completa de Rembrandt.

La película comienza con el primero de estos carismáticos personajes, un excéntrico aristócrata escocés, el 10.º duque de Buccleuch, que busca el mejor lugar para colgar su amado retrato Mujer mayor leyendo (1655) de Rembrandt. Seguido de Jan Six, un joven alegre marchante de arte y heredero de los Jan Six pintados por el artista en 1654, junto a su padre. Luego, el barón Eric de Rothschild vende dos Rembrandt más, más concretamente los retratos de Marten Soolmans y Oopjen Coppit, pintados para su boda en 1634. Lo que en un principio parece ser una monografía alegre sobre estos coleccionistas de arte y sus conexiones personales con el maestro de los cuadros, se convierte posteriormente en una trama con el joven Six como principal protagonista. En una subasta que tuvo lugar en Christie’s, el marchante de arte puede comprar un Rembrandt desconocido por solo 137.000 libras, puesto que fue catalogado por error como una simple obra perteneciente al “círculo de Rembrandt”. El afán de lucro de Six enfada a sus compañeros, inversionistas y expertos, sobre todo al historiador del arte holandés Ernst van de Wetering.

La película no da una conclusión a esta polémica; pero muestra con eficacia la incompatible relación entre el arte y los negocios, más evidente en las influyentes palabras de Watering al expresar su decepción sobre toda la disputa: “¿Puedo seguir siendo puro? No deberías hablarme sobre dinero. Ni siquiera deberías hablar de esto conmigo. No me podría importar menos el valor, salvo como obra de arte […] Aquellos cuadros nos pertenecen a todos nosotros.” De manera interesante, la escena final de la película muestra finalmente al hombre noble escocés satisfecho con la ubicación de su amado cuadro. Sentado junto a la chimenea, sorbiendo un buen vaso de whisky mientras lee y disfruta “la sensación de paz y tranquilidad” que transmite la señora pintada en el lienzo. Este pequeño y conmovedor momento le proporciona al documental de Hoogendijk una dimensión más pura, donde el arte se puede apreciar como lo que realmente es, es decir, una forma de transmitir belleza que es capaz de calmar e inspirar a la especie humana en el tiempo.

My Rembrandt es una producción de la misma directora y de Frank van den Engel para el grupo holandés Discours Film. Dogwoof, que tiene su sede en Londres, es su distribuidora en Reino Unido.

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(Traducción del inglés por Alba Barberá Hurtado)

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