Crítica: La receta del equilibrio
por Alfonso Rivera
- Óscar Bernàcer emplata un documental gastronómico de aroma promocional como una reflexión sobre la colaboración creativa, la reinvención exigida y de cómo salir de la cocción lenta de la pandemia
El 68º Festival Internacional de Cine de San Sebastián acogió hace unos días el estreno del documental La receta del equilibrio [+lee también:
tráiler
entrevista: Óscar Bernàcer
ficha de la película], dirigido por Óscar Bernàcer y protagonizado por el chef Ricard Camarena (poseedor de dos estrellas Michelin y del Premio Nacional de Gastronomía) y su pareja, tanto personal como profesional, Mari Carmen Bañuls. Sin duda, se trata de una película totalmente condicionada por la crisis del coronavirus, pues su rodaje comenzó en enero de 2020, con una intención y, tras el parón provocado por la invasión del Covid-19, se retomó con un rumbo diferente. Algo que también se puede decir de mucha gente, de sus vidas y carreras.
La receta del equilibrio sigue de cerca a ese tándem central con el objetivo de profundizar en la colaboración que se establece entre sus miembros –él espolvorea las ideas, el riesgo y la creatividad; ella se encarga de que esas osadías se conviertan en realidad comestible, se ocupa de la producción, para usar un término cinematográfico–, pero gira bruscamente hacia cómo la pandemia les obliga a parar su exitoso ritmo laboral. Ahí Bernàcer les acompaña en ese momento de pausa y reflexión, también de incertidumbre, que ellos aprovechan para repensar en el futuro y disfrutar de la quietud.
Pues en cuanto –en la fase uno– se permitió abrir los restaurantes en España, este dúo dinámico no lo dudó un segundo y se adaptó a la nueva realidad y sus protocolos, sin perder su dinamismo ni ilusión. El documental lo expone, con sus necesarias medidas de seguridad y precaución, pero también subraya el nuevo matiz que tomó el arte de Camarena, quien descubrió que en la huerta levantina los sabores de las frutas y verduras se habían intensificado durante los meses de descanso obligado.
Por otra parte, uno de los aspectos más llamativos de este film es que el rostro humano aparece en la pantalla cubierto con esas mascarillas que se han convertido, junto al teléfono móvil, en nuestro accesorio más indispensable y necesario. Entonces los ojos se convierten en el mayor transmisor de emociones, que Bernàcer aprovecha para captar con su cámara. Asimismo, emplea el recurso de la multipantalla, para mostrar que en una cocina se llevan a cabo varias tareas a la vez y a mucha velocidad, y según ha confesado a Cineuropa, "por el uso compartimentado que hemos dado a las pantallas de nuestros ordenadores, para relacionarnos con los demás a raíz del confinamiento".
Además, los exteriores rodados en la naturaleza han adquirido un estatus evocador de frescura y libertad, que también echamos de menos durante la clausura obligada, a la vez que vincula al chef con sus orígenes rurales. Finalmente, y quizás sea lo más interesante de este largometraje, La receta del equilibrio sirve de ejemplo de superación ante la adversidad y de adaptación a una nueva realidad, en la que no todos los establecimientos del ramo han tenido la misma suerte, desgraciadamente.
La receta del equilibrio es una producción de Kaishaku Films y Nakamura Films que se estrenará próximamente. De sus ventas se ocupa la extremeña Agencia Freak.
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