Crítica: Dear Werner
por Alfonso Rivera
- Pablo Maqueda experimenta en su propia piel el viaje que su admirado Herzog llevó a cabo en 1975, e invita al espectador a este periplo solitario y evocador, revestido de profundo amor al cine
Werner Herzog tenía 33 años cuando salió de Múnich y caminó hasta París para visitar a su amiga y crítica de cine Lotte Eisner, que se encontraba gravemente enferma: esperaba que el esfuerzo de ese viaje la sanara o su tardanza en llegar sirviera para posponer un no deseado terrible desenlace. El madrileño Pablo Maqueda, de edad similar a aquélla, ha seguido el ejemplo de su maestro cinematográfico y, en soledad absoluta, ha repetido aquel itinerario, pero cuatro décadas y media más tarde. El resultado audiovisual, Dear Werner [+lee también:
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ficha de la película], se titula como el encabezado de una misiva a su ídolo y se ha podido ver en la edición número 65 de Zinebi. Festival de Documental y Cortometraje de Bilbao, dentro de su sección Begiradak - Miradas desde Euskadi.
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ficha de la película] y La cueva de los sueños olvidados [+lee también:
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ficha de la película] lee fragmentos de su libro Del caminar sobre hielo, con su áspera y reconocible voz, en este documental que destila pasión por el séptimo arte desde cada uno de sus planos y encuadres. Durante su metraje, Maqueda camina en soledad por bosques, montañas y ciudades, con lluvia, frío y niebla, reconstruyendo aquel periplo a la vez que transmite lo que siente en cada momento quien se aventura hacia lo nuevo, lo desconocido y, a la vez, desea capturar con la cámara toda esa experiencia para compartirla con el espectador.
Se convierte así Dear Werner en una película rebosante de cine, fuera y dentro de su argumento. El séptimo arte la ha inspirado, las referencias cinéfilas la salpican y las ganas de emprender una aventura cinematográfica se contagia fuertemente al público. Además, la música del argentino José Venditti puntúa momentos mágicos, como la inmersión del español en unas cavernas, de resonancias genuinamente herzogianas. Se trata pues de una proeza itinerante, sencilla, honesta y emotiva, que han levantado fundamentalmente tres personas: Maqueda como montador, director, cámara y guionista; la bilbaína Haizea G. Viana al frente de la producción desde Madrid; y el compositor de la banda sonora antes mencionado.
Según transcurren metraje y peregrinaje (físico y emocional, cómo no), las voces de alumno y “profesor” se van alternando en una hipnótica expedición invernal, donde los encuentros –humanos y animales– alivian la soledad, y el escenario va mutando de lo natural a lo urbano, de lo espeso a lo abierto. Todo ello en una obra madura, sosegada e inspiradora de un joven cineasta que prepara su primer proyecto grande, La desconocida, habiéndose curtido previamente con el film experimental All the Women y formando parte del equipo creador de la iniciativa multiplataforma #Littlesecretfilm, para la que realizó los largometrajes Manic Pixie Dream Girl y #realmovie.
Dear Werner es una producción independiente de We Love Cinema y Llanero Films, que también la distribuye y vende por todo el mundo. Se estrena en salas españolas el viernes 20 de noviembre y ha contado con la colaboración de La Cinemateca Francesa y la Fundación Werner Herzog.