02/07/2021 - Jon Blåhed intenta tratar muchos temas, perdiendo a su protagonista por el camino

Algunos afirman que, a la hora de contar una historia, es recomendable poner todas las cartas sobre la mesa lo antes posible, para atraer el interés del público y no soltarlo. Esto es exactamente lo que intenta Jon Blåhed en The Count, proyectada en el Festival de Documentales de Tesalónica. La cinta arranca con sugerentes referencias a psicópatas, asesinatos y delitos de guante blanco, logrando que todo suene absolutamente escandaloso incluso antes de anunciar que la película es, de hecho, la historia del primo de su padre. El problema es que la cinta pierde fuelle bastante rápido. Aunque el tema que explora es indudablemente preocupante, la verdad es que no resulta tan atractivo.

Esto puede deberse a que, a pesar de una introducción tan dramática, el villano titular (que falleció en 2007) no es tan llamativo. El personaje sigue siendo un extraño durante toda la obra, y aunque Blåhed comparte muchas de sus tropelías, nunca llega a profundizar demasiado. Es casi como si pudiera sentirlo, pero luego comienza a emplear diferentes juegos: desde sentar a sus invitados en lo que básicamente parece el vacío blanco de Matrix hasta presentar recreaciones policiales de crímenes del pasado. La actriz Eva Melander también aparece en cierto momento, cuando todo parece ya demasiado recargado, y el propio Conde simplemente se desvanece, como lo hizo durante toda su vida.

Es una pena, ya que todo parece diseñado para una gran narración cinematográfica, o al menos un "placer culpable" al estilo del reciente sketch de SNL Murder Show ("Dos hermanas fueron asesinadas en un crucero en las Bahamas, voy a verlo mientras doblo mi pijama”, decía la canción, de forma bastante precisa). Desde el suicidio de su padre hasta la adopción de un nombre ruso y un título falso, pasando por las historias atroces sobre la muerte de sus novias, hay mucho que abordar con este personaje, y lo cierto es que un programa sobre crímenes reales de mayor duración habría funcionado mejor. Por el contrario, la película parece un tanto apresurada, y mucho menos "escalofriante" de lo que prometía.

Las ambiciones de Blåhed y su insistencia en añadir capa tras capa se convierten en un obstáculo: en lugar de limitarse a investigar al hombre que puso nerviosa a toda su familia, el cineasta también se pregunta por qué la gente disfruta escuchando historias horribles sobre hechos reales, incluyendo de vez en cuando clichés como "todo el mundo tiene un lado oscuro". Blåhed intenta procesarlo todo él mismo mientras se lo cuenta a un grupo de desconocidos. Tal vez sea solo la opinión de esta redactora, pero a pesar de su amabilidad, estos también parecen un poco aburridos, logrando que lamentemos el hecho de que, al final, no se trate solo de una historia sobre el primo de su padre.

The Count es una producción de Tony Osterholm y Andreas Emanuelsson para la sueca Iris Film AB.

(Traducción del inglés)