Crítica: By the Throat
- El documental de Effi Weiss y Amir Borenstein es un exhaustivo y cautivador estudio del lenguaje y el discurso que se atreve a ir más allá
A lo largo del documental By the Throat, dirigido por Effi Weiss y Amir Borenstein (seleccionado en la competición Depth of Field del Docaviv), nos encontramos de forma recurrente con la metáfora visual y verbal de un arcoíris. Esta es la tercera colaboración entre Weiss y Borenstein (que aparecen como “Effi & Amir” en los créditos) en el formato de largometraje documental, que en esta ocasión trata sobre el habla y el lenguaje. De hecho, la metáfora del arcoíris resulta muy acertada, ya que algunas similitudes son innegables: al igual que la luz blanca se dispersa y se refleja a través de las diminutas gotas de agua para crear un arcoíris, podemos decir lo mismo de nuestra respiración, ya que el aire choca contra los obstáculos físicos de nuestra garganta para crear vocales y consonantes.
En comparación con la nacionalidad, la etnia o la religión, el idioma parece ser un elemento más definitivo y estable en la definición de nuestra identidad, pero esta historia es más complicada que la simple noción de idiomas y dialectos aprendidos a través de imitar a nuestros padres, parientes, compañeros y otras personas de nuestro entorno. Por un lado, existen numerosos aspectos relacionados con la física, la mecánica y la acústica que explican cómo el aire viaja desde los pulmones a través de la garganta hasta salir por la boca. Sin embargo, por otro lado, hay diferencias culturales, experiencias e historias individuales que implican prejuicios y una visión sobre cómo debe hablar un idioma determinado alguien de un lugar específico. Effi & Amir intentan abordar todo esto en apenas 77 minutos de duración.
La forma en la que hablamos nuestro idioma nativo o cualquier lengua extranjera determina muchas cosas. Puede ocasionarnos serios problemas, como en el caso de un iraquí obligado a pasar por distintos puestos de control en una Bagdad devastada por la guerra civil, donde la ligera diferencia entre “El Ezziz” y “Al Aziz” podría conllevar la muerte en ciertos sitios, debido a que los microdialectos son diferentes en los barrios chiítas y sunitas. Del mismo modo, durante el conflicto de Irlanda del Norte, la pronunciación de la octava letra del alfabeto era un claro indicio para diferenciar si alguien era de un barrio nacionalista católico o unionista protestante. Hay múltiples historias sobre actores que intentan librarse de sus acentos, pero la pronunciación francesa de la letra "R" puede encasillar a un actor flamenco, haciendo que solo reciba papeles para interpretar a personas de Gante.
Sin embargo, las historias más interesantes están relacionadas con la inmigración. Una mujer albanesa adopta un nombre italiano y aprende a hablar alemán como lo haría una persona de Italia para vender productos financieros fraudulentos en un call center. La parte más inquietante de la película es la revelación de que los exámenes de idiomas realizados por lingüistas y ordenadores se emplean para verificar los antecedentes y origen de los solicitantes de asilo, pero estas son pruebas generales que no tienen en cuenta los sutiles matices que componen la vida.
Weiss y Borenstein emplean una gran variedad de material, desde películas educativas de archivo hasta entrevistas y clips de YouTube, aportando un estilo homogéneo al conjunto con la ayuda de su coeditor, Simon Arazi. Los cineastas también realizan un gran trabajo a la hora de ilustrar la jerga científica (que podría haber sido demasiado exigente) a través de gráficos entretenidos acompañados por la voz robótica de Vittoria Soddu, creando la sensación nostálgica de un videojuego antiguo. En resumen, By the Throat es un estudio exhaustivo, cautivador y original sobre los roles que juegan el lenguaje y el habla en nuestras vidas.
By the Throat es una producción de la belga La chose à trois jambes, con la colaboración de CBA, Kunstenfestivaldesartes y Beursschouwburg.
(Traducción del inglés)