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CANNES 2021 Competición

Crítica: Ahed’s Knee

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- CANNES 2021: Un iracundo director israelí llega a un pequeño pueblo en el desierto de Néguev para asistir a una retrospectiva de su obra en la nueva película de Nadav Lapid

Crítica: Ahed’s Knee
Avshalom Pollak y Nur Fibak en Ahed's Knee

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se rodó en diciembre de 2019, cuando Israel tenía un primer ministro diferente y las pandemias se limitaban normalmente a la ficción especulativa, pero su estreno mundial ha tenido lugar en un mundo que está mejor preparado para lo que la obra tiene que decir. La película se expresa con una voz que difiere totalmente del sentimiento generalizado dentro de Israel: una llamada a la acción y una súplica a un pueblo para que reconozca su complicidad en la situación actual del país. Todo esto se consigue a través de algo francamente banal, un evento que podría tener lugar a un par de calles de nuestra casa: la proyección de una película en un centro comunitario, con una sesión de preguntas y respuestas. Hasta que el invitado comienza a hablar. La película acaba de estrenarse como una de las primeras proyecciones en competición en el Festival de Cannes.

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En Ahed’s Knee, el director Nadav Lapid emplea una variación del truco elemental de nombrar a sus personajes con tan solo una letra, siguiendo el ejemplo del “K” de Kafka. La letra israelí "Yud", o simplemente Y., es el apodo de nuestro antihéroe (interpretado por el coreógrafo y actor ocasional Avshalom Pollak), un cineasta y videoartista de renombre internacional, que se parece bastante a los clichés que rodean a estos personajes, tal y como los retratan los medios de comunicación. Es una persona con demasiada confianza en sí mismo, asombrado por su aparente carisma sexual y social. Cuando se encuentra frente a un público internacional que le presta atención, está convencido de que ha sido elevado por encima del israelí medio. Menosprecia a su compañera en la película, de la cual hablaremos más adelante, acusándola de "no ser sofisticada". No obstante, el marco moral de la película es tan sólido que nos lleva a creer que Lapid ofrece su visión del mundo como un contraste benévolo (de hecho, Lapid todavía tiene que hacer alguna incursión en el circuito de las galerías de arte).

También se trata de una historia cuasi-romántica, donde un vínculo inicialmente tierno se convierte en un enfrentamiento torrencial y discursivo. Y. se encuentra en la remota ciudad de Sapir para presentar una película (sobre la que, de manera elíptica, descubrimos muy poco), en una biblioteca pública que también funciona como el centro cultural de la zona. Yahalom (Nur Fibak) es la responsable del evento, que sin saberlo lo provoca con un documento que se ve obligado a firmar. Aludiendo a las polémicas políticas culturales nacionalistas de la exministra Miri Regev, una proyección como esta, financiada con fondos públicos, debe ser examinada. Y afirmar en un documento burocrático que la película misteriosa e invisible de Y. dice la verdad podría ponerlo en la lista negra.

Mediante un trabajo que tan solo ofrece referencias indirectas a la ocupación de los territorios palestinos, la construcción de asentamientos y el auge de la extrema derecha israelí, Lapid convierte con gran habilidad esta formalidad burocrática en un símbolo de conformidad y censura en el país. Para el director, este silencio voluntario actúa de arriba hacia abajo: el contenido de los medios de comunicación es censurado y los ciudadanos israelíes solo acceden a la propaganda cultural. En cuanto a la referencia a la "rodilla" mencionada en el título, se trata de la supuesta antítesis: se refiere a un proyecto de videoarte que Y. está desarrollando, celebrando el acto público del joven ciudadano palestino Ahed Tamini, que se volvió viral por dar una bofetada a un soldado de las Fuerzas de Defensa de Israel en 2018.

A pesar de tomar prestados algunos elementos de la vida artística de Lapid, Y. no es realmente su alter ego, sino una advertencia codificada dirigida a sí mismo, y tal vez a todos los artistas que intentan provocar un cambio social real con su trabajo.

Ahed’s Knee es una coproducción entre Francia, Alemania e Israel. La cinta ha sido producida por Les Films Du Bal, Komplizen Film, ARTE France Cinéma y Pie Films. Kinology es el agente de ventas.

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(Traducción del inglés)

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