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CANNES 2021 Quincena de los Realizadores

Crítica: El empleado y el patrón

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- CANNES 2021: La cinta del uruguayo Manuel Nieto Zas narra la especial, compleja y ambigua relación entre un joven rico y uno de sus súbditos

Crítica: El empleado y el patrón
Nahuel Pérez Biscayart y Cristian Borges en El empleado y el patrón

Uruguay, Argentina, Brasil y Francia han financiado El empleado y el patrón [+lee también:
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, tercer largometraje de Manuel Nieto Zas (con diálogos en portugués, español y francés) que se ha estrenado mundialmente en la Quincena de los Realizadores del Festival de Cannes. “Cosas que pasan…” repite como un mantra imposible y resignado el joven protagonista de este drama social y rural, Carlos (encarnado por Cristian Borges) ante las distintas tragedias y reveses que asolan su vida. Él –un chaval sin experiencia laboral agrícola ni licencia para conducir tractores– ha sido reclutado por el moderno y liberal hijo de su jefe, Rodrigo (interpretado por el argentino Nahuel Pérez Biscayart, célebre tras intervenir en 120 pulsaciones por minuto [+lee también:
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, de Robin Campillo) y entre ellos ha surgido una relación cuanto menos curiosa, una especie de camaradería asentada en el respeto, la comprensión y la empatía, mientras entre sus respectivas esposas (Justina Bustos y Fátima Quintanilla) nace una tensión provocada porque ambas son madres, pero con destinos diferentes.

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El cineasta uruguayo Nieto Zas (Montevideo, 1972), con un empleo elegante y más que maduro de la elipsis y el fuera de campo, las miradas de sus excelentes actores y las sugerencias de las situaciones que estos viven (a veces silenciosamente), y valiéndose de un naturalismo que retrata fielmente la (crítica) vida en el campo de su país, así como las distantes clases sociales, refleja asimismo en esta película el intento imposible de acercamiento entre dos maneras opuestas de enfrentarse al mundo, pues se evidencian las grandes (y graves) distancias que separan a sus protagonistas, unas zanjas demasiado profundas que no logra salvar ni la mejor de las intenciones.

En El empleado y el patrón –en cuya aparentemente calmosa y contemplativa trama el sentimiento de culpa alcanza cuotas casi insoportables– tendrá una presencia más que simbólica un caballo blanco, que condiciona el tramo final de un largometraje que funciona como espejo entre dos hombres y de la sociedad rural sudamericana, algo constante en la filmografía de este director/guionista, que se inició en 2006 con La perrera, film ganador del Tiger Award en el 35º Festival de Roterdam,  y continuó con El lugar del hijo (2013), estrenada en el Festival de Toronto y galardonada con el premio FIPRESCI en el Festival de la Habana. 

El empleado y el patrón (que obtuvo el premio Egeda Platino Industria al mejor proyecto en WIP Latam en el Festival de San Sebastián 2020) es una producción de la compañía uruguaya Roken Films, en coproducción con las argentinas Pasto y Murillo Cine, las brasileñas Vulcana Cinema y Sancho&Punta y la gala Paraiso Production Diffusion, y en asociación con Nadador Cine. De sus ventas internacionales se ocupa la agencia madrileña Latido Films.

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