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VENECIA 2021 Fuera de competición

Crítica: Ariaferma

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- VENECIA 2021: La tercera cinta de Leonardo Di Costanzo muestra un enfrentamiento metafórico entre vigilantes vigilados y un bello duelo actoral entre Toni Servillo y Silvio Orlando

Crítica: Ariaferma
Silvio Orlando y Toni Servillo en Ariaferma

En su ensayo Vigilar y castigar. Nacimiento de la prisión (1975), el filósofo francés Michel Foucault tomó prestada la idea del panóptico, formulada por Jeremy Bentham en el siglo XVIII: una prisión circular con una torre en el centro, desde la cual los prisioneros pueden ser observados constantemente mientras ellos no ven nada, aplicándolo como ejemplo de una forma de control moderna y estratégica por parte de las autoridades. Con Ariaferma [+lee también:
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, presentada fuera de competición en el 78º Festival de Cine de Venecia, Leonardo Di Costanzo parece haber quedado impresionado por las palabras de Foucault al describir el panóptico: "muchas jaulas, muchos pequeños teatros, en los que cada actor está solo, individualizado y constantemente observado”. Es casi una invitación a una actuación dramática.

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De hecho, Di Costanzo firma una auténtica “obra de dramaturgia” (el guion está escrito junto a Bruno Oliviero y Valia Santella) que casi podría ser teatral, considerando su claustrofóbica ambientación. Nos encontramos en la Italia actual, en una vieja y desmantelada prisión, ubicada en un lugar inaccesible e indeterminado. Los guardias de la prisión están celebrando su inminente regreso a casa, cuando el director del centro les informa de que una docena de reclusos no podrán ser trasladados a una nueva prisión por falta de disponibilidad. Mientras esperan un nuevo destino, un grupo de guardias debe permanecer en el recinto para vigilarlos, encabezados por el inspector Gargiulo, interpretado con mesura y sencillez por Toni Servillo. A partir de este punto, el director comienza su experimento. Entre los sólidos muros del edificio decimonónico (que logran que el aire se detenga, tal como sugiere el título original), permanecen dos pequeños grupos enfrentados: los "guardias" y los "delincuentes". Estos bandos no son del todo homogéneos (también encontramos personajes "impulsivos" entre los prisioneros), por lo que el conflicto es inevitable.

En el núcleo de la metáfora panóptica encontramos a Gargiulo, un napolitano de clase trabajadora, serio, justo y libre de odio, que se mantiene fiel a la primera regla de un carcelero: no confraternizar con los prisioneros. Durante un enfrentamiento con Carmine Lagioia, un líder mafioso con buenos modales, interpretado con ambigüedad por Silvio Orlando, el inspector dice: “tú y yo no tenemos nada en común”. Pero eso no es del todo cierto, y el hombre acaba por romper su regla. La llegada de un joven frágil e indefenso (Pietro Giuliano), detenido por un crimen que pagará con creces, agita la situación y despierta conciencias. Los presos rechazan la comida precocinada que les ofrecen, hasta que el inspector Gargiulo abre las cocinas, llegando incluso a sentarse a comer con los internos, a pesar de que estas “concesiones” son duramente criticadas por algunos de sus compañeros (Fabrizio Ferracane y Leonardo Capuano).

Di Costanzo ya tiene experiencia en los estudios etnoantropológicos. Con L'intervallo [+lee también:
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, presentada en Venecia (y por la que recibió el premio David di Donatello a la mejor dirección novel), el cineasta ofreció una precisa exploración de las dinámicas sociales presentes en su Nápoles natal, mientras que L'intrusa [+lee también:
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fue seleccionada en la Quincena de los Realizadores de Cannes. Demostrando la coherencia y continuidad de su investigación, el cineasta sigue desarrollando en Ariaferma los argumentos que exploró previamente en sus dos películas anteriores, que también fueron filmadas en ambientes “confinados” donde se producían confrontaciones directas. En L'intervallo [+lee también:
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, por ejemplo, una chica y un chico están atrapados en un enorme edificio abandonado en una zona de clase trabajadora, donde un mafioso los obliga a observarse mutuamente. Ariaferma también implica un “intervalo”, un espacio que se abre en la estructura más inflexible de todas: una prisión. Se trata de un pequeño milagro que se abre camino entre las relaciones de poder, ofreciendo un duelo interpretativo de primer nivel entre Servillo y Orlando.

Ariaferma es una producción de tempesta junto con RAI Cinema, coproducida por Amka Films ProductionsRSI Radiotelevisione Svizzera, en colaboración con Vision Distribution. Vision Distribution se encarga de la distribución nacional e internacional.

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(Traducción del italiano)

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