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TORONTO 2021 Platform

Crítica: Yuni

por 

- La indonesia Kamila Andini firma una estupenda película sensible, harmoniosa y agridulce, sobre una joven que se debate entre sus deseos de libertad y las tradiciones

Crítica: Yuni
Arawinda Kirana (derecha) en Yuni

“El tiempo es efímero. Nosotros somos eternos. Deshojamos los segundos uno a uno, disponiéndolos como flores, hasta el día en que olvidamos por qué lo hacemos”. La cineasta indonesia Kamila Andini regresa con Yuni [+lee también:
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(coproducida por Francia) en la sección Platform del Festival de Toronto, donde también presentó su película anterior, The Seen and Unseen [+lee también:
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, en 2017. La directora se sumerge con mucha simplicidad, ternura y delicadeza en la vida de una adolescente moderna de 16 años que llega a un cruce de caminos, a la zona de incertidumbres, problemas y descubrimientos característicos de la edad a los que se suman las expectativas de una sociedad muy tradicional sobre el lugar que ocupan las mujeres.  

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“Has crecido; estás preparada para el matrimonio. –¿Quieres que acepte? –El matrimonio es una bendición, eso no se rechaza”. La hermosa Yuni (Arawinda Kirana) vive con su abuela, mientras sus padres trabajan en la capital. El último año de instituto, es una joven de su época, que callejea y se divierte como una niña con sus compañeras, en ósmosis con su teléfono móvil, platónicamente enamorada de su profesor de literatura, el señor Damar (Dimas Aditya). Pero una presión interior y exterior aumenta de forma gradual.

En la escuela, el club islámico habla de un tema que se debate en el Estado: la perspectiva de pruebas de virginidad obligatorias para todas las alumnas de secundaria, con el pretexto de evitar los embarazos de mujeres jóvenes solteras. Yuni, animada por la señora Lies (Marissa Anita), también se plantea si podrá o no continuar sus estudios en la universidad, algo que dependerá de la excelencia de sus notas y de una eventual beca. Pero, sobre todo, aparecen de repente propuestas de matrimonio: la joven rechaza la primera para sorpresa general, puesto que esta trayectoria nupcias pactadas es el camino trazado para las jóvenes indonesias. Pero la superstición también entra en juego, pues rechazar más de dos proposiciones de matrimonio trae mala suerte… ¿Cuál será el futuro de Yuni? ¿Qué quiere hacer realmente? Decisiones particularmente difíciles a una edad en que los deseos todavía son nebulosos, el mundo se libera de las tradiciones y se ofrece a la exploración (y comprensión de los cuerpos), y Yuni se cruza en el camino del tímido Yoga (Kevin Ardilova), un estudiante muy enamorado de ella…

A través de una historia muy bien estructurada (un guion de la directora y Prima Rusdi) bajo su aparente simplicidad, Yuni pone en escena un retrato muy empático que le permite desvelar progresivamente la problemática de la situación actual de las mujeres en Indonesia (proponemos 50 millones de rupias, aproximadamente 3000 euros, de dote para Yuni). El talento de Kamila Andini reside en tratar con delicadeza y armonía un tema con potencial dramático. Un enfoque que impone a una cineasta sutil que domina a la perfección el arte de la transmisión de un mensaje universal, la poesía límpida de Sapardi Djoko Damono (extraída de la antología Pluie de juin), que marca el ritmo de la película y revela un eco perfecto.  

Yuni ha sido producida por Fourcolours Films (Indonesia) y coproducida por Akanga Film Asia (Singapur) y Manny Films (Francia). Cercamon gestiona las ventas internacionales.

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(Traducción del francés)

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