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TESALÓNICA 2021

Crítica: .Dog

por 

- El primer largo de Yianna Americanou es un relato de paso a la adultez con un toque de thriller, sobre un cruel juego entre padre e hijo que cuestiona los lazos familiares

Crítica: .Dog
Dimitris Kitsos y Nicolakis Zegkinoglou en .Dog

“Perder toda esperanza fue mi libertad”, así lo atestigua el grafiti de una pared bajo el techo donde Dimitris y su amigo pasan el tiempo. Ambos están a punto de cumplir la mayoría de edad y el orfanato donde comparten habitación no tardará mucho en arrojarlos al mundo real. La esperanza debería ser su aliada en una situación así, sin embargo, como el grafiti sugiere, perderla también puede ser una forma de liberación. El largometraje debut de Yianna Americanou, .Dog, acaba de ser estrenado en la sección Conoce a tus Vecinos del Festival Internacional de Cine de Tesalónica y es, de algún modo, una historia sobre este proceso de independencia que, aunque no se persiga, siempre acaba llegando y hace daño.

Dimitris (Dimitris Kitsos, convincente en su papel de ingenuo) ansía tener de nuevo una familia cuando su padre (Andreas Konstantinou, que traspira un primitivismo repulsivo) salga de la cárcel. Sin embargo, su esperanza se convertirá en frustración cuando descubra que su progenitor fue puesto en libertad hace meses y que ni siquiera se molestó en buscarlo. Cuando sus caminos se crucen inevitablemente, su relación acabará siendo más de abuso que de protección. Tras la urgencia por “educar” y recuperar el tiempo perdido se esconde la intención de aprovecharse de su hijo al querer involucrarlo en sus sospechosos negocios, contratándolo como “aprendiz” en el lado turco de Nicosia. Al hacerlo, dará la espalda a su verdadero aprendizaje en un garaje de reparaciones cuyo dueño y familia querían adoptar a Dimitris. Al no tratar a su hijo mejor que a sus perros y, lo más importante, al fracasar como modelo parental digno de respeto, el progenitor perderá poco a poco la fe ciega de su hijo, resultando en el final que cabría esperar: el hijo se ve obligado a reprender al padre por creer estar por encima de todo y salirse siempre con la suya.

El debutante chipriota, que además escribe sus propios guiones, parece estar especialmente interesado en las relaciones padres e hijo desde Eleni’s Olives (2005), su corto más exitoso, en el cual se describe la instintiva conexión madre e hija con la invasión turca de Chipre como telón de fondo. Coescrita con Peter Speyer (The Wooden Camera), .Dog deja intuir que los lazos más importantes no tienen por que ser los de sangre. Intencionado o no, Americanou y Speyer recrean la parábola del hijo pródigo a la inversa: el progenitor falla como padre, obligando así a su hijo a madurar y espabilar sin esperar apoyo de su familia. En lugar de aprovecharse de una trama que se presta al análisis profundo de la psique de los personajes, el film se limita a mostrar peripecias argumentales bañadas por elementos de thriller, generando así una monótona dinámica cuyo resultado es fácil de intuir y que vuelve al film aburrido. La gama de colores pálidos de Yorgos Giannelis (Small Crime [+lee también:
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) y su maestría con el juego de luces ensalzan el carácter dubitativo de Dimitri, aunque esto poco puede hacer para compensar lo previsible de la narrativa.

.Dog ha sido producida por la chipriota Film Blades y coproducida por la griega View Master Films, el Centro de Cine Griego y la Radiotelevisión Helénica (ERT).

(Traducción del inglés por Juan Ramón Parra)

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